Lobo Blanco: el estilo gastronómico del centro conquista la avenida de Miraflores

¿A quién pertenece? A un grupo de jóvenes socios sevillanos que lleva años trabajando el mundo de las copas y ahora se atreve con su primer restaurante, ubicado junto a su espacio de copas Bengalí Café.

Su principal atractivo es una cocina de buen producto donde las brasas tienen un papel protagonista. Varios espacios para cada momento es otro de sus puntos fuertes, con una amplia terraza exterior, un agradable porche interior y un generoso salón.

Trabajan atún de Gadira, carnes vascas de Txogitxu y pescados de Huelva y Portugal.

¿Cómo es su cocina? Adrián Sotillo está al frente de los fogones, un cocinero sevillano formado en la Escuela de Hostelería Cruzcampo que ha pasado por espacios como el triestrellado Cenador de Amós en Cantabria o El Gallinero de Sandra en Sevilla.

Todo lo que sirven en Lobo Blanco está hecho in situ y hay dos cartas, una de terraza más informal y otra más seria para el interior.

¿Qué tienen en carta? Los entrantes comienzan con ostras Guillardeau Nº2 (al natural, a la brasa o con ajoblanco y huevas de trucha), o con jamón ibérico 5 J para continuar con un clásico sevillano como la ensaladilla, que preparan con gambones confitados a baja temperatura y culminan con tomates a la brasa.

Continúan con un apartado para compartir donde no faltan verduras ecológicas salteadas con gambas y naranja agridulce, buñuelos de bacalao o burrata pasada por las brasas.

¿Qué más hay? En el epígrafe del mar tienen tartar de atún rojo sobre aguacate braseado y aliño japonés, pulpo a la parrilla con patatas arrugadas y ajo negro o bacalao.

Si hablamos de carnes, hay opciones como steak tartar de solomillo con grasa de vaca vieja, carpaccio de ternera frisona con setas, queso y rúcula, pierna de cordero en dos cocciones o pato magret con espinacas y toffee de cebolla.

¿Cómo es su bodega? Han arrancado con unas 60 referencias que esperan ir incrementando y donde ofrecen una selección de vinos que se inclina hacia lo menos comercial, con un rango de precios que abarca de los 30 a los 165 euros por botella y que aglutina tanto grandes D.O. y bodegas pequeñas.

¿Y su carta dulce? Ofrecen postres como souflé de avellanas con helado de cacao, lemon pie, tarta de queso o brioche de torrija caramelizada, entre otros.

¿Qué tiene de especial? Lobo Blanco es un restaurante moderno en una zona de barrio, un espacio que llega con una amplia propuesta de cocina y de copas y que basa su esencia en las brasas.

Su interior es acogedor y se distribuye en espacios para cada momento, siendo el porche con mesas altas la zona más desenfadada para comer o copear.

¿Dónde encontrarles? En avenida de Miraflores, 17.