Apertura: Casa Macareno, una taberna con aires marineros en el Pumarejo

Pablo Muñoz

¿Qué concepto tiene?

El espacio recrea una taberna clásica con una cocina desenfadada de aires marineros con sus mariscos y guisos, en la que se encuentra tanto picoteo tradicional como inusual y una selección de los grandes vinos de Jerez.

¿Cómo es la carta? Destacan recetas clásicas renovadas, como unas croquetas de gambas al ajillo o sus albondiguitas de choco fritas.

En el apartado de charcutería hay desde jamón ibérico de bellota a cecina ahumada y chorizo picante ahumado de León, chicharrón casero o sobrasada templada de Mallorca.

Hay salchichón de Guijuelo, atún semicurado o paté de pato. Al igual que en otros establecimientos del grupo, hay una apuesta especial por los quesos: los hay curado de Toledo, azul de oveja o torta extremeña, entre otros.

¿Qué más hay?

Entre sus especialidades se encuentran una ensaladilla clásica o su empanadilla “Labra”. Y entre sus imprescindibles no se pueden dejar atrás sus papas aliñás “Maripili”, su tomate rosa clásico o sus anchoas 0.0 en mantequilla. Destacan igualmente sus mariscos, desde gamba blanca y alistados a langostino tigre, patas de cangrejo o pulpo a la canaria. También hay montaditos: Silvio (pringá de cocido casera), Tarifa (atún ahumado y tomate) o Pumarejo (bacon y crema de castaña).

¿Hay fuera de carta?

Tienen guisos o potajes diarios: berzas jerezanas, albóndigas de choco en su tinta, sopa de marisco, sopa de galeras o marmitaco. Ofrecen también tortillitas de gamba de leche, papas tibias o ensaladilla de chicharrones como sugerencias del día, entre otros.

¿Qué se puede beber?

Hay vinos de Jerez y Sanlúcar a granel: palo cortao, amontillado, oloroso, fino y manzanilla. Hay manzanilla en rama pasada y botellas reliquia con más de 80 años. También tienen vino de quina y vermú.

¿Hay postres? Hay dos propuestas para dar un final dulce a la velada: polea con picatostes y torrija.

¿Qué tiene de peculiar el espacio?

Es un antiguo ultramarinos que llevaba cerrado desde 1987. Con la reforma han conseguido darle un aire muy auténtico, vistiendo sus paredes con azulejos de Mensaque y con cartelería antigua. Techos altos y lienzos de pared en bruto otorgan a este espacio un genuino ambiente tabernero.

¿Cómo está distribuido? Tiene veladores con mesas altas y una primera zona junto a la barra también destinado a mesas altas. Al fondo se ubican varias mesas bajas para quienes quieran comer de forma más relajada.

¿Dónde están? En el número 2 de la plaza del Pumarejo.