Reapertura
La Alicantina: reinvención de un clásico que se niega a perder su esencia
La receta original de la ensaladilla y la recuperación de otras tapas míticas evidencian la intención de mirar al origen en esta nueva etapa
En el apartado estético, esta nueva Alicantina recuerda a la del principio con la cantidad de elementos que se han rescatado o emulado
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Iniciar sesión¿Qué pasa con La Alicantina? Este establecimiento emblemático del centro de Sevilla acaba de abrir sus puertas dispuesto a seguir dando que hablar. En esta nueva etapa mira al origen más que nunca, recuperando recetas originales y con la intención de retomar el aire ... que siempre ha tenido esta esquina de la plaza del Salvador.
¿Quién la ha recuperado? Grupo Trifulca, al frente de espacios como María Trifulca (2016), La casa de María (2021), Maquiavelo (2021) o Bachio (2021).
¿Cuál es su historia? El local hunde sus raíces hace más de un siglo, puesto que desde 1922 había en dicha ubicación una horchatería que gestionada un valenciano llamado Ricardo Talens.
El 1 de septiembre de 1962 abrió La Alicantina por primera vez en manos de Manuel Postigo, el único sevillano nacido en la Plaza de la Maestranza (su madre estaba viendo una corrida y se puso de parto en la enfermería del coso).
Tras la muerte de Manuel Postigo hace 31 años, su viuda (María Teresa Pérez), se quedó al cargo del negocio ayudada por sus cuatro hijos (Mayte, Curro, Paloma y Marta), pero acabó cediendo el testigo al hostelero Antonio Palomino y, posteriormente, a Emilio Guerrero, quien ha gestionado La Alicantina hasta el pasado enero.
¿ Qué se espera de esta nueva etapa? Los nuevos responsables de La Alicantina quieren devolverle al espacio la esencia de su origen. Han reformado por completo el local pero el aspecto actual le devuelve la imagen que tuvo sus primeros años. Para ello han cuidado detalles como la vajilla, que recrea la original, y su equipo de sala va vestido con casaca blanca antigua con galones.
Los azulejos de la pared y de la barran recrean los que hubo en el origen, así como otros elementos que miran al pasado desde un prisma contemporáneo: la máquina registradora que corona la barra, las vigas del techo y los barriles que acompañan a las mesas altas en la sala interior.
¿Cómo es la carta? Comienza con un epígrafe de aperitivos: gildas, boquerones en vinagre de Jerez, torreznos artesanos con toque de lima o foie al Oporto.
Charcutería ibérica y selección más una sección de emparedados (matrimonio de anchoa y boquerón, solomillo al whiski o serranito) continúan para abrir boca, además de propuestas de la huerta, como berenjenas fritas con roquefort, tomate con aceite y sal y revuelto de la casa.
¿Qué recetas se han rescatado de La Alicantina original? Desde la ensaladilla, su tapa por antonomasia, hasta gambas a la bechamel con mayonesa casera, croquetas de jamón o salmojero. También champiñones a la plancha con salsa verde, otro de los clásicos que los clientes de toda la vida sin duda recordarán.
¿Cuál es su apuesta gastronómica más fuerte? La sección de mariscos y crudos, que abarca de ostra Guillardeu nº 2 al natural a vieira con puerro y gambitas a la bechamel gratinada o tartar de atún rojo. También ortiguillas fritas, mejillones baby con salsa de tomate picante o carpaccio de gamba rojsa de Huelva.
Hay conchas, como almejas al gusto o coquinas al ajillo, y distintas versiones de la gamba blanca de Huelva: cocidas, al ajillo, a la plancha...
No faltan propuestas más exclusivas como carabineros y angulas al ajillo.
¿Tienen cuchareo? Desde pochas con marisco y piparra a espinacas con garbanzos, ropa vieja y arroz.
¿Qué más tienen? Concluyen con una sección de fritos (boquerones al limón, puntillitas, chocos de Huelva o pijotas de Isla Cristina), algunas propuestas de pescado cocinado (bacalao con tomate, lomo de atún rojo en escabeche o chipirón en salsa verde) y otras de carne (steak tartar de solomillo de vaca, lomo bajo de vaca rossini o secreto ibérico Lazo adobado).
¿Cómo son los postres? Son caseros y van desde un sobao borracho con crema de natillas a tarta de queso payoyo o tocino de cielo.
¿Qué distribución tiene el espacio? La terraza en plena plaza del Salvador se distruye en mesas altas y taburetes, fórmula que también replican en el interior, donde el comensal se puede sentar en la barra, en las mesas altas con capacidad para cuatro o seis personas o en el pequeño reservado, también con mesas altas, que han ubicado junto a la bodega.
¿Dónde encontrarles? En la plaza del Salvador, 2.
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