GASTROTEST
Cristina Cánovas y Diego Aguilar, Palodú: “Nos gustan mucho los comercios de barrio”
Conversamos con Cristina y Diego entre idas y venidas al centro de Málaga, donde reabrirán el restaurante en el mes de septiembre, una nueva etapa que frontan con gran ilusión y que dotará al casco histórico de la ciudad con una propuesta de calidad más que ofrecer a malagueños y visitantes.
C. Mateos/ M. Sánchez
Cristina y Diego son probablemente de las parejas mejor avenidas de la gastronomía malagueña. Jóvenes y con mucho talento, cada vez con más tablas, el atrevimiento de la juventud fue clave a la hora de plantearse poner su propio negocio allá por 2015. “¿Por ... qué no tener nuestro restaurante?”, se preguntaron. Dicho y hecho. Abrieron en 2015 Palodú en la parte más alta de Teatinos, con una propuesta inicial de gastrobar que ha desembocado en un espacio en el que la gastronomía gana en inspiración y planteamiento temporada tras temporada. De hecho, actualmente es una de esas referencias que uno suele dar cuando se le pregunta por lugares para comer bien –muy bien– en la capital.
Cuentan con el ‘favor’ de la crítica especializada y del público más exigente, el cliente de a pie. Tanto es así que a finales de marzo recibían el galardón al ‘Mejor restaurante de cocina creativa’ en los Premios GURMÉ Málaga , el que otorgan nuestros lectores. Poco después, nos comenta Cristina Cánovas, llegó una propuesta que no han podido rechazar: “Nos ofrecieron un local en pleno centro para mudarnos y, tras pensarlo, decidimos dar el paso”. Es así que esta se ha convertido en una de las noticias más comentadas del panorama hostelero en los últimos meses, pues esto supone dotar al casco histórico de la ciudad de un punto más de calidad en lo que a gastronomía se refiere.
Diego Aguilar y Cristina están así inmersos en este cambio de ubicación . Emoción y algo de vértigo a partes iguales pero ambos se sienten ilusionados con lo que esta nueva dirección puede suponer para su negocio. Ahora van a tener algo más cerca La Malagueña , donde siempre disfrutan comiendo churros con el café, o La Mallorquina , uno de esos comercios de barrio donde les gusta hacer algo de compra.
Nos encontramos con ellos para participar en este ‘Gastrotest’ y tomar nota de algunas sugerencias que seguro que a más de uno le inspirarán tanto para el día a día como de cara a próximas visitas y escapadas ‘gastro’.
– Cuando puedes desayunar con calma por la mañana, ¿dónde sueles ir?
– Tenemos varios sitios para desayunar. Uno es La Malagueña, que ahora vamos a tenerlo de vecino de vecino –tanto esta cafetería como Palodú están en la calle Sebastián Sourivón. ¡Imagina! La mudanza al centro de Málaga nos lleva justo al local de al lado, por lo que podremos tomar unos churros para arrancar el día.
Cristina destaca otro especialmente: “El Pacheco, un bar que está por mi barrio, por la zona de Los Corazones. Iba cuando era pequeñita y te digo que como los desayunos de Curri y Lourdes, su mujer, no hay nada. El pitufo de lomo en manteca, que es un lomo que prepara Lourdes, está riquísimo. Y el sandwich mixto. ¡Qué recuerdos! Lo hacen a la plancha, con el queso muy fundido. Mi favorito, de verdad.”
– Una carnicería, pescadería y/o frutería de confianza…
– Cuando se trata de carne nosotros vamos a una tienda que está por la Colonia Santa Inés, un comercio que nos trata genial. Son encantadores. Es la carnicería Rocío. Traen lo que pedimos y si no lo tienen intentan buscarlo. A nosotros nos gustan muchísimo las carnicerías de barrio, que son los que más necesitan el apoyo de todos, tener clientela para salir adelante. Se involucran bastante y eso es algo de valorar.
En el caso del pescado, siempre Natalia, en el mercado del Carmen. El puesto de Matías Soler es una garantía segura.
Respecto a la fruta, acudimos a una frutería que hay cerca de casa, en El Cónsul. Se llama así, El Cónsul. Tiene fruta de calidad, buen producto, y nos pilla a mano.
– Una tienda gastronómica o un puesto mercado donde encuentres ese algo especial que te gusta para casa.
– Cuando vamos a hacer la compra aprovechamos para preguntar en los mismos puestos, si queremos alguna especia en concreto o un producto específico. Luego está La Mallorquina y Crespillo, que también son comercios en los que damos con lo que podemos estar necesitando.
– Ese bar de barrio donde tomar el aperitivo con los amigos…
– Marisquería Alaska, en el barrio de la Luz. Es un buen punto de encuentro con amigos cuando podemos.
– Un restaurante para invitar a la familia o a amigos a comer.
– La Taberna de Miker Palmer. Su cocina es maravillosa. Añade el sitio, ese espacio al aire libre, en plena Naturaleza, y la amabilidad de Miguel y Elena, que hacen que te sientas como en casa.
– ¿Y ese lugar diferente al que ir para cambiar de tercio?
– Bardal. Siempre. También Vandelvira, que fuimos este año de escapada a Jaén –está en Baeza– y nos pareció un sitio maravilloso. Juan Carlos, Jorge y Laura lo están haciendo genial. Nosotros cuando planificamos algún viaje siempre miramos primero donde comer, qué sitios podríamos visitar.
– ¿Un pequeño vicio confesable (gastronómicamente hablando)?
Diego: ¡El picante! Aquí en casa hay todo tipo de aderezos, salsas y especias picantes. "La siracha para él es como ketchup”, comenta Cristina entre risas. “Tenemos una salsa que es de las favoritas, salsa Sierra Nevada, que siempre está en la nevera. Añade jalapeños y otras opciones. Siempre todo bien condimentado”.
Cristina nos cuenta que a ella lo que realmente le vuelve loca es el chocolate, “siempre a partir del 85%, ¿eh? No me vale cualquiera”.
– Un restaurante de alta cocina para repetir…
– Bagá. Fuimos justo antes de la pandemia, antes de que nos confinaran, y a veces comentamos que sería maravilloso volver. Lo que pasa es que lo tenemos algo complicado por agenda y tal pero esperamos regresar.
– Y en esa sobremesa, ¿café o copa?
– De café. Café solo y sin azúcar. “También infusiones, que yo dejé el café de lado con mi embarazo y me he aficionado a los tés e infusiones”, apunta Cristina, a la que le gusta probar de todo tipo.
– Un chiringuito al que te guste volver…
– La Milla.
– Un plato que suelas preparar en casa cuando tienes invitados especiales.
– No creas que tenemos muchos invitados en casa pero bueno, cuando nos han visitado amigos al final nos hemos metido en la cocina y hemos optado por un arroz. Este siempre es punto de unión y gusta a todo el mundo. Otras veces hemos preparado un tartar o igual unas pizzas caseras, a la barbacoa. Nada de horno, eso sí. El toque ahumado le da un sabor muy especial.
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