Palodú, una mudanza que enriquecerá la propuesta gastronómica del centro de Málaga

En estos momentos se encuentran ya realizando las pertinentes mejoras y reacondicionamientos de un espacio que supondrá el doble de metros útiles de los que disfrutan actualmente, un incremento que seguro les permitirá “el desarrollo y mejora de nuestra propuesta gastronómica, que se mantiene intacta”. Es así que Cristina Cánovas y Diego Aguilar firman este paso al frente de lo que empezó siendo un proyecto de dos profesionales muy jóvenes a los que estamos viendo evolucionar a un ritmo notable. De hecho, Palodú ha sido uno de los galardonados en la reciente edición de los Premios GURMÉ Málaga, en la categoría de ‘Mejor restaurante de cocina creativa’ .

Compartimos algunas imágenes del que será el nuevo Palodú . Nos explican que se trata de un sitio “completamente acondicionado para la actividad, al que simplemente hay que hacerle una remodelación estética para que el interiorismo juegue un papel dentro de la experiencia gastronómica ”. Para ello están confiando en Paco Lago Interioriza, el equipo de diseño que ha ejecutado proyectos como el de Ta Kumi y La Cosmo, entre otros. Para temas de comunicación y marketing siguen apostando por WEAREGOMA, que nos ha remitido detalles de este cambio de dirección del restaurante de Cristina y Diego.

Hace un año compartíamos con los lectores de GURMÉ Málaga la crítica gastronómica de Carlos Mateos , el editor de GURMÉ Málaga. Pueden conocer lo que escribía de Palodú haciendo clic aquí. Mateos destaca cómo ha evolucionado en positivo la cocina de Cristina Cánovas y Diego Aguilar desde que abrieron su establecimiento en 2015. “Podría haberse quedado en el típico gastrobar que se dedicaba, con bastante acierto, a versionar tapas o platos recurrentes y populares al uso para contentar a un público relativamente conservador. Pero algo nos decía desde nuestra primera visita que allí había algo más que el habitual sota, caballo y rey y que en esa cocina se vislumbraba mucho más talento del aparente y muchas ganas de consolidar aquello.”

Como apuntamos, con el paso de los años han ido evolucionando y en estos momentos nos encontramos con una propuesta “con más hechuras de restaurante , ya maduro y felizmente despojado de etiquetas, empieza a desplegar una cocina de altos vuelos que sorprende por su profundidad y finura.”

Cánovas y Aguilar se formaron en La Cónsula y forman un equipo muy bien avenido, de tal forma que se complementan a la perfección el uno al otro. “Aperitivos y pastelería más para ella y cocina más ‘caliente’ para él”, señala Mateos. “Sea como fuese el tándem funciona” y destacaba entonces por igual que “es más que notable el esfuerzo que se aprecia, además, por mejorar la sala, con una fuerte apuesta por el vino de calidad y un servicio que se mantiene amable y empático.”