Las castañas asadas de Málaga esconden un pequeño secreto que las diferencia del resto de España: su característico tono más blanco y brillante. Así lo ha revelado el Ayuntamiento de Málaga a través de su cuenta oficial de TikTok, @ciudad_de_malaga, en un vídeo que ... se ha vuelto viral entre los amantes del otoño y de los puestos callejeros que llenan de aroma las calles del centro.
En la publicación, uno de los vendedores veteranos de la ciudad explica con orgullo la técnica que ha pasado de generación en generación en su familia: «Una de las curiosidades de la castaña de Málaga es que son más blancas que en otros lugares. Esto es un anafe. Desde aquí hasta aquí va el carbón, y esto es un sombrerillo. Lo que hacemos es que ganamos altura para la castaña, hacerla más rápido o más lenta según la necesidad».
El truco está en un gesto tan simple como efectivo: añadir sal al fuego. «Le echamos sal al fuego. Produce bastante más jugo y la pone más blanca», explica el castañero en el vídeo, mientras muestra el tradicional anafe —una estructura metálica con base de carbón— y la olla perforada donde se asan los frutos.
Este método artesanal no solo mejora el color, sino también el aroma y la textura, logrando unas castañas más jugosas y con una piel que se desprende con facilidad.
El testimonio del vídeo tiene sabor a historia: «Mi bisabuela ya vendía castañas en la puerta del Teatro Cervantes», recuerda el vendedor, que representa a una saga de malagueños dedicados a este oficio de otoño.
Hoy, son unos 50 puestos repartidos por toda la ciudad, desde el centro histórico hasta los barrios, los que mantienen viva esta tradición, «endulzando el otoño, como todos los años», en palabras del propio protagonista.
El vídeo del Ayuntamiento busca poner en valor el trabajo de estos vendedores y el papel que desempeñan en la identidad urbana de Málaga durante los meses fríos.
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