Mokomo: las tartas de queso japonesas que «bailan» llegan al centro de Málaga

Su textura —a medio camino entre flan y bizcocho— y su ligereza han conquistado a los malagueños desde el primer día. No es la clásica tarta de queso cremosa y densa que abunda en España, sino una versión más aireada, suave y delicada, con menos azúcar y grasa. Elaborada con queso crema, huevos, mantequilla, leche, harina y una proporción exacta de azúcar, se presenta en formato de 15 centímetros y unos 500 gramos, a un precio de 13,90 euros.

Detrás del proyecto están Violeta Jin y Susana Wang, dos jóvenes de origen chino que llevan casi toda su vida en Málaga y que decidieron aprender este postre en su país vecino. Viajaron hasta Osaka para formarse en la receta original, perfeccionándola durante un año de pruebas antes de abrir su propio obrador.

El nombre, Mokomo, hace referencia a lo mullido y blando, como el tacto del propio pastel. Y no es casualidad: cada una de las tartas se elabora de manera artesanal, con cantidades limitadas y tiempos medidos al milímetro. Solo hornean unas pocas tandas al día, y el proceso completo —entre batido, horneado y enfriado— dura alrededor de una hora.

El local abre de lunes a viernes, de 16:00 a 20:00 horas, y los sábados, de 14:00 a 20:00. No admiten reservas: hay que esperar a que salga la hornada y, con suerte, hacerse con una antes de que se agoten.

En poco tiempo, Mokomo se ha convertido en uno de esos pequeños secretos del centro histórico donde se mezclan curiosos, amantes del dulce y turistas que buscan probar algo diferente. Las tartas de queso que «bailan» al ritmo de la gravedad han encontrado en Málaga su escenario perfecto.