Base9 y El Chiringuito: dos nuevos referentes Bib Gourmand en la provincia de Málaga

Lejos de responder a un mismo patrón, ambos locales representan caras distintas de la gastronomía malagueña: la innovación urbana asociada al producto local, y la recuperación de la cocina rural con toda su esencia.

En el barrio del Perchel Sur, muy cerca de la estación de tren María Zambrano, Base9 nace del sueño de dos jóvenes cocineros, Cristian Fernández y Pablo Zamudio, que transformaron su proyecto de fin de grado en un restaurante.

Entre sus platos emblemáticos destacan el canelón de gallina vieja y una tortilla de patata reinterpretada al estilo japonés omurice, servida con mayonesa de wasabi. Un giro creativo sobre la tradición que ha llamado la atención de críticos y gourmets. También destacan sus croquetas.

A unos 60 km de Málaga, en el corazón de la Axarquía, se halla Sedella. Allí se encuentra El Chiringuito.

El local, fundado por los abuelos del actual chef en 1986 como un bar-merendero de pueblo, fue recuperado recientemente por Víctor Hierrezuelo. Tras formarse en grandes casas como Arzak, Bardal o Damajuana, Hierrezuelo decidió volver a su pueblo natal para dar nueva vida al proyecto familiar.

El Chiringuito ofrece, además de su carta, un menú degustación (solo con reserva previa) que propone un recorrido por la memoria del pueblo, con sabores de antaño puestos al día.

Málaga y la Axarquía muestran con estos dos casos su capacidad para reinventarse: una cocina urbana, joven, de barrio, capaz de sorprender con tapas y platos compartidos; y una cocina rural, íntima, ligada al territorio, que rescata sabores familiares con un toque contemporáneo.

Para el comensal, la ventaja es clara: acceso a experiencias gastronómicas de calidad, bien concebidas sin necesidad de grandes presupuestos ni pretensiones elevadas.