La Tasca de San Pedro, la comida casera de siempre en Córdoba sin florituras

Desayunos, almuerzos y cenas son la carta de presentación de La Tasca de San Pedro, que acaba de iniciar su actividad en la calle la Rosa mirando a la emblemática plaza e iglesia de San Pedro ofreciendo en tapas y platos el típico sabor andaluz con el sello de siempre y atemporal.

¿Su intención? Que todo el que entre se sienta como en casa, ya sea vecino del barrio, turista o visitante ocasional. El horario de apertura de esta taberna cubre las tres franjas de comidas de la mañana desde temprano, el mediodía y la noche para aportar un buen servicio (sólo cierra unas horas horas por la tarde).

Tiene cierto toque cofrade en las fotografías que adornan el interior junto con otras imágenes de la Córdoba antigua y se amolda a la vivencia de cada momento que se sienta en la ciudad, ya sea la Semana Santa, época en la que empezó a darse a conocer, las cruces, los Patios o la Feria para todo el mundo. En el interior dispone de barra, mesas bajas y altas, y también de terraza.

Tras unos años en que esta casa ha permanecido cerrada a la actividad gastronómica, Javier Fabio y su mujer, Nerea Rozas, escriben esta nueva página aquí y era algo muy deseado entre los habitantes de esta zona, que se lo han agradecido de una manera muy cálida.

Ellos regentan también la cervecería de tapas El Grifo de la avenida de Barcelona, que van a reinaugurar la semana próxima tras hacerle una reforma. El enfoque que tiene La Tasca de San Pedro es servir «la comida casera sin florituras, sin nada raro, la comida de siempre», explica él. La cocina la gestionan Nerea y Mari, con experiencia anterior en tabernas de comida tradicional.

La referencia del montadito piripi la tomó Javier de una bodeguita de Sevilla. «Gusta porque nosotros no ponemos el lomo a la plancha: cogemos la cinta de lomo, la sazonamos, la tenemos en el horno un tiempo y después fileteamos y preparamos, creo que ahí es donde está el secretillo de nuestro piripi». Otros montaditos son el de bacon y queso, el de pringá casera y el de calamares alioli.

Las papas de San Pedro son como unas patatas bravas que llevan la salsa que hace la cocinera. Las croquetas (de jamón, de pringá y de rabo de toro, que sirven también en surtido con todos los tipos), el flamenquín cordobés, el salmorejo y la mazamorra, papas al pelotón, la carne en salsa de tomate, el revuelto de bacalao, los calamares fritos y los boquerones al limón son opciones que habitan en la carta que han confeccionado.

El balance es que «todo gusta, todo sale, como si fueras a comer a la casa de la abuela, que es lo que yo quería buscar», indica. La carrillada de cerdo que hacen al Pedro Ximénez utilizando el vino de Los Raigones, de Montilla, es otro de los platos más pedidos.

Calle la Rosa, 2

La Tasca de San Pedro tiene en su carta el montadito piripi, la ensaladilla, papas de San Pedro, carrilada al Pedro Ximénez y croquetas variadas

«Al ser una tasquita de barrio tenemos precios muy competitivos y tenemos un ticket medio de unos diez o quince euros por persona tomando la cervecita y tapeando en un tono informal y cercano». La Tasca es costumbrista y hecha para que todo se disfrute; una cerveza fría, el vino y el vermut son el acompañamiento infalible.

«Es una taberna de corte antiguo, pero creo que lo antiguo nunca muere, eso siempre va a perdurar. Hay modas, hay rachas, pero lo de siempre siempre va a perdurar y es una apuesta a lo seguro», resume Javier sobre la filosofía que rige La Tasca de San Pedro.

Para rematar el almuerzo o la cena los postres posibles van de la tarta de queso, a los tres chocolates y el tiramisú.