El PSOE trampea para parecer transparente: usa un convenio caducado

El ejemplo más palmario es el convenio que los socialistas dicen mantener con la organización Transparencia Internacional España (TIE). Un acuerdo que firmó el actual presidente del Gobierno cuando estaba en la oposición –2014–, y que obligaba al PSOE a cumplir una serie de medidas pero también a someterse a la evaluación del citado órgano. Todo ello para convertirse en partido modelo a nivel de transparencia. Sin embargo, ese convenio caducó hace ya siete años –en 2016–, nunca se realizaron los controles previstos y a día de hoy buena parte de las medidas allí previstas siguen sin cumplirse.

«Los socialistas nos comprometemos a un conjunto de medidas a favor de la transparencia y para prevenir y combatir la corrupción. Puedes consultar el texto aquí», proclama hoy la web de Ferraz a los ciudadanos remitiendo al citado acuerdo expirado. Y es que mientras fuentes del partido dicen no ser capaces de ofrecer información al respecto por la carga de trabajo del 23J, la respuesta de Transparencia Internacional es tajante. «El convenio con el PSOE venció el 13 de noviembre de 2016», apuntando a que nunca llegó a llevarse completamente a la práctica.

«Estuvimos investigando en los archivos antiguos y no encontramos nada», explican las mismas fuentes respecto a los controles y revisiones previstos en el convenio. «No estuvieron (los directivos de la organización) en ninguna de las reuniones y no hemos encontrado documentación al respecto», añaden.

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El convenio establecía que Transparencia Internacional evaluaría «anualmente el grado de cumplimiento» de las medidas de transparencia implementadas por Ferraz y le asesoraría «en el diseño de programas de transparencia y lucha contra la corrupción». Esta ayuda se desarrollaría a través de «reuniones de trabajo convocadas a tales fines por el PSOE o por TIE». Además, se preveía el «seguimiento de la ejecución» del convenio por parte de una comisión de seguimiento integrada por el propio Sánchez y el presidente de Transparencia Internacional España, con reuniones «al menos dos veces al año y cuantas veces sea preciso para la buena marcha de la ejecución del convenio».

Ninguno de estos controles se cumplieron durante la vigencia del convenio. Según Transparencia Internacional porque «probablemente en ese momento la organización no tenía ni capacidad, ni personas, ni presupuesto para poder hacer un seguimiento individualizado y diario de todos los convenios que se firmaban», señalan. «No hubo una continuidad», concluyen antes de constatar que «ahora, no obstante, con esta gestión tenemos otro proceder y el seguimiento continuo nos parece algo crucial».

Sorprende que pese a todo ello el PSOE siga promocionando ese convenio como vigente y en regla, especialmente cuando a día de hoy este partido incumple muchas de las medidas allí contenidas. Una circunstancia que, evidentemente, es muy difícil de conocer para los ciudadanos al no existir las evaluaciones de Transparencia Internacional. Así, para conocer si el partido de Pedro Sánchez cumple o no el convenio, el ciudadano debe ir buceando por los distintos documentos y apartados de la web e ir comprobando una a una las promesas contenidas en el mismo. Una circunstancia, de partida, contraria al espíritu de transparencia.

De las 22 medidas que el PSOE «se compromete a cumplir expresamente» para propiciar su propia transparencia y «combatir preventiva y punitivamente cualquier tipo de corrupción», aproximadamente incumple la mitad. Los compromisos se dividen en dos bloques. Uno referente a la transparencia económica y financiera del partido y otro sobre medidas legales e institucionales contra la corrupción.

En cuanto al primero, el PSOE sí cumple con la publicación de sus cuentas anuales, normas en materia de contratación, gastos electorales o el último informe de fiscalización emitido por el Tribunal de Cuentas. Pero incumple promesas que van desde dar a conocer la fecha en la que presentó sus últimos resultados –año 2021– ante el organismo fiscalizador, a los datos básicos de las entidades vinculadas al partido –simplemente enumeradas en la memoria–, pasando por el currículum de cada candidato incluido en sus listas electorales o la publicación de sus dos últimos presupuestos anuales con la correspondiente liquidación.

En este caso, el último presupuesto que Ferraz tiene publicado es el de 2019 y la última liquidación corresponde a 2017. A partir de entonces el PSOE solo da a conocer la «propuesta de Presupuesto de la dirección-gerencia a la Ejecutiva Federal» pero no el definitivo.

En cuanto al bloque de medidas legales contra la corrupción, dado que el convenio fue firmado cuando el PSOE estaba en la oposición, su compromiso fue llevar al Congreso varias reformas legislativas. Muchas de ellas terminaron siendo aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2015 y una vez que Pedro Sánchez ha llegado al Ejecutivo solo ha cumplido con la aprobación de una ley de protección al denunciante de corrupción, pero ha dejado las demás pendientes.

Entre ellas, las reformas para establecer listas electorales abiertas, retener toda subvención pública a los partidos que no remitan sus resultados al Tribunal de Cuentas, convertir en obligatorias las recomendaciones sobre transparencia financiera del Consejo de Europa, la limitación de los privilegios jurídicos y judiciales de los aforados o la también limitación de los indultos que el perdón a los líderes del 1-O se llevó por delante.

«La política de funcionamiento transparente a todos los niveles» que el PSOE promete desde hace casi diez años, ha resultado ser otro gran incumplimiento del sanchismo.