ELECCIONES
Isabel Ambrosio, o la llamada a romper el maleficio del PSOE
La candidata a las primarias se enfrenta a la caída de votos desde 1999

Ha sido la eterna favorita hacia la carrera a la Alcaldía en el PSOE desde hace tiempo, pero solo hasta esta semana ha cuajado. Durante meses ha jugado al despiste asistida por dos elementos que han cumplido con su función. El primero ha sido la propia estructura provincial del PSOE -encabezada por el secretario provincial, Juan Pablo Durán- que durante meses ha alentado la circulación de rumores cerca de la cristalización en hechos ciertos sobre la posibilidad de que otros candidatos terminaran por colocarse en lugares aventajados en la pugna por la candidatura. El segundo factor para la confusión calculada se resume en la concurrencia -plenamente consciente- de Manuel Torralbo y de María Isabel Baena en el proceso previo a la convocatoria de primarias, aunque ambos han renunciado
La actual delegada del Gobierno andaluz tiene por delante una tarea más que compleja si es que llega a convertirse en el número uno de la lista socialista a los comicios locales de mayo de 2015. El objetivo no es ganar, porque el PSOE nunca lo ha hecho en el Ayuntamiento de Córdoba y no hay ningún dato que indique que la tendencia vaya a cambiar, sino mejorar lo máximo posible el pobre resultado que cosechó la formación en la última cita electoral municipal. Se trató del peor saldo desde la convocatoria de 1979: Juan Pablo Durán, que fue el cabeza de lista, solo consiguió el 12 por ciento de los votos, esto es, 19.544 sufragios que le dieron cuatro concejales; el mismo número, todo hay que decirlo, que en 2007 con Rafael Blanco como aspirante a la Alcaldía y que en 2003 con José Mellado al frente del proyecto.
Muy lejos quedan los tiempos en los que los socialistas eran alguien -entiéndase la expresión- en el Ayuntamiento. Los seis concejales que Mellado cosechó en 1999 le permitieron formar un cogobierno con Izquierda Unida. Soplaban buenos tiempos y la Gerencia de Urbanismo era la palanca del poder socialista, que había ganado un edil en relación a 1995. Fue justo este último un año de declive puesto que en 1987 (con José Miguel Salinas) y en 1991 (con Manuel Gracia), el partido había logrado nueve concejales. En 1983, con Martínez Björkman, se hizo con cuatro. Venía de siete en 1979.
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