Los militantes del PSOE andaluz, en vilo por el caso Cerdán: «Vamos ya a elecciones o estamos perdidos»

Pedro Sánchez pidió perdón hasta en ocho ocasiones a los españoles y después lo hizo también en una carta enviada a la militancia tras conocer el explosivo informe de la UCO que le obligó a sacrificar a su estrecho colaborador desde el primer asalto al poder en las primarias de 2014. Pero la sacudida moral ha sido tan fuerte que las disculpas del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE no les reconfortan lo suficiente ni reparan el daño que ha supuesto la implicación de dos secretarios de Organización en una supuesta trama que se lucraba de forma ilícita con mordidas a cambio de adjudicaciones de contratos públicos en el Ministerio de Transportes.

Va a hacer falta algo más que gestos y palabras para levantar el ánimo hundido de la tropa. «Pedro Sánchez debe convocar elecciones, si no para este otoño, para la primavera de 2026. Debe ser consciente de que están en juego muchos ayuntamientos, diputaciones y algunas comunidades autónomas. Es muy difícil recuperar una alternativa real de gobierno a nivel nacional si perdemos el poder territorial que nos queda. O vamos a elecciones o estamos perdidos como alternativa. Peligra la alternancia de los dos grandes partidos, PSOE y PP, que yo creo que es positiva para una democracia».

Es el diagnóstico que hace Pepe Ortiz, alcalde socialista de Torremolinos entre 2015 y 2021, uno de los pocos que quedaban en el cinturón metropolitano de Málaga hoy dominado por el PP. Aunque forma parte del comité provincial del PSOE malagueño liderado por Josele Aguilar, Ortiz es ahora un militante sin cargo. Pero no siempre ha sido así. El exregidor fue uno de los referente del ‘sanchismo’ en Andalucía desde finales de 2018, después de que el defenestrado secretario general derrotara en las primarias de 2017 a Susana Díaz, entonces presidenta andaluza apoyada por los principales barones del PSOE.

La actual senadora, una de las pocas que dicen en voz alta lo que otros callan, también ha pedido adelantar los comicios: «Creo que hay que separarse de Junts y convocar elecciones este año. La legislatura no se sostiene»..

Este martes, en el programa Espejo Público, de Antena3, donde colabora como tertuliana, Díaz aseguró que sus compañeros de partido «están hundidos» porque «hasta hace un cuarto de hora» a Cerdán «lo estábamos defendiendo todo el mundo». «María Jesús [Montero] está hecha polvo, es normal» puesto que «nadie se esperaba» que supuestamente cobrara mordidas, declaró Díaz. La actual líder del PSOE andaluz puso la mano en el fuego en noviembre de 2024 por el ‘número tres’ del partido y confió en él hasta el último minuto aunque el pasado lunes afirmara que «es una persona que no tiene que ver con el Partido Socialista». La senadora precisó que Cerdan no ha ingresado en prisión por haber negociado con Junts o PNV: «Está en la cárcel por presunto golfo y ladrón».

Para Pepe Ortiz, miembro del comité federal del PSOE hasta el congreso celebrado en Sevilla el pasado diciembre, la respuesta que ha ofrecido Montero para desmarcarse de Cerdán «no es la adecuada, cuando ha puesto la mano en el fuego por la que ha sido la persona más importante del PSOE después del secretario general». Como candidata «lo tiene muy, muy difícil en Andalucía porque si las circunstancias ya son complicadas con todo lo que está pasando, tampoco veo todavía un proyecto que ilusione y que sea alternativa, más allá de las críticas a la mala gestión del presidente Moreno Bonilla».

El exalcalde de Torremolinos se muestra muy pesimista y reclama cambios profundos: «No se puede gobernar si no se tiene capacidad de gestión y la situación de incertidumbre que hay ahora con el escándalo de Cerdán, [José Luis] Ábalos y Koldo [García] y lo que va a seguir saliendo, no deja otra opción que someterse al voto popular y afrontar un cambio de ciclo».

La depresión y decepción son sentimientos extendidos entre la militancia. Otro antiguo alto cargo de la Junta de Andalucía consultado por ABC augura una «desbandada de votantes» en los próximos comicios autonómicos. «Se pueden quedar en su casa o, lo que es peor, irse al PP, sobre todo en Andalucía donde Moreno Bonilla es una marca muy consolidada, como reflejan las encuestas», declara este exdirigente que pide mantenerse en el anonimato porque está retirado de la vida pública.

Aunque la ansiedad se ha instalado en la ‘tropa’ socialista, difiere la respuesta ante el boquete que ha abierto la presunta corrupción de los dos últimos secretarios de Organización, Cerdán y Ábalos. Algunos rechazan convocar elecciones porque «se le da la oportunidad de llegar al poder a la derecha y a la extrema derecha». El propio presidente del Gobierno dijo que no dimitía, entre otras razones, porque entregar el Gobierno a la derecha y la ultraderecha sería «una tremenda irresponsabilidad». Otros opinan que «los socialistas no podemos ser los matarifes de un proyecto que está gobernando ahora».

De cara a la galería, los mensajes que traslada el PSOE andaluz van dirigidos a apuntalar el cortafuegos que ha construido La Moncloa alrededor de Pedro Sánchez. Pero hasta en el guion oficial, entre líneas, se puede leer el abatimiento que hay en las filas por la sucesión de escándalos que acorralan al presidente.

«Los socialistas en Andalucía no lo estamos pasando bien», reconoció ayer Francisco Cuenca, el portavoz del PSOE andaluz, aunque añadió, a renglón seguido, que no van a «agachar la cabeza ni un centímetro». Aseguró que Sánchez «ha actuado asumiendo responsabilidades, ha pedido perdón y ha apartado a aquellos que están manchando unas siglas que tanto están haciendo y tienen que ver con el desarrollo de la libertad en este país». Y lo puso como ejemplo ante Juanma Moreno, quien ha decidido «mirar para otro lado» ante la investigación judicial de los contratos sanitarios contra la actual gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y sus dos predecesores.