Yamaha XVS 1300. Custom de nueva generación

Siempre he creído que las motos se compran más con el corazón que con la cabeza y en ello tiene mucho que ver el factor estético y más aún si nos referimos a una custom: aquí casi hablamos de una

Siempre he creído que las motos se compran más con el corazón que con la cabeza y en ello tiene mucho que ver el factor estético y más aún si nos referimos a una custom: aquí casi hablamos de una filosofía. Quien tiene una de estas motos no le da mucha importancia al comportamiento dinámico y no se cuestionan aspectos como el peso.

Pero esto no tiene por qué ser siempre así y Yamaha lo ha tenido en cuenta a la hora de crear esta XVS 1300. La idea era hacer una custom de gran manejabilidad y con un motor divertido. Yamaha ha buscado una solución poco convencional para lograrlo. Han diseñado un bicilíndrico en V a sesenta grados, refrigerado por agua y carrera corta, que hacen que el comportamiento sea alegre, con muy buena respuesta que ayuda a centralizar las masas en el chasis.

Se eligió la refrigeración líquida porque permite menores tolerancias mecánicas y por tanto más potencia, al tiempo que apaga ruidos mecánicos. Para mantener un aspecto exterior «clásico» se han ocultado todos los manguitos, el radiador se ha integrado entre los tubos del chasis y los cilindros mantienen el aleteado.

También es peculiar el doble eje de equilibrado para evitar vibraciones, transmitiendo tan sólo unas «pulsaciones» que le dan carácter a la moto. La alimentación es por inyección electrónica, lo que mejora la combustión y cumple la norma Euro3.

Este motor es «autoportante», es decir, que forma parte del chasis, de doble cuna y en acero. Se han distribuido los pesos de una forma similar a una deportiva, 48 por ciento delante y 52 atrás, con la intención de mejorar el comportamiento en curvas. Las suspensiones cuentan con una horquilla de 41 mm y monoamortiguador trasero oculto a la vista. Los frenos son discos de 298 mm, dos delanteros y uno trasero.

Aquí también nos encontramos con el diseño «largo y bajo» de la 1900, con una imaginaria línea que fluye desde la parte delantera hasta el picudo guardabarros trasero.

¿Funciona toda esta teoría a la hora de pilotarla? Pues la verdad es que sí. Por ejemplo, pesa 46 kg. menos que la 1900, y eso se nota. Comparándola con otras custom tiene un comportamiento mucho más vivo, es más ágil y cambia de dirección más fácilmente.

También el motor es más rápido de reacciones y sube muy bien de vueltas. Es divertido porque permite jugar más con él, aunque nunca es necesario llevarla en la zona alta de revoluciones. En resumen una gran custom que no sólo sirve para pasearse y que te permite darte alguna que otra alegría «cuasi-deportiva».

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