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La FP se reivindica como vía directa hacia el mercado de trabajo

Su enfoque práctico y su capacidad para responder a las necesidades cambiantes de las empresas han puesto en valor esta modalidad formativa

La Formación Profesional ahonda en sus lecciones de empleabilidad

Iciar Miner

Si atendemos a los datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, recogidos en su informe «Alianza por la Formación Profesional: una estrategia de país», las previsiones para España en 2025 son claras: el 49% de los puestos de trabajo requerirán una cualificación intermedia.

En este contexto, la Formación Profesional se posiciona como una vía directa al mercado de trabajo, por su enfoque práctico, su alta empleabilidad y por su capacidad para adaptarse a las necesidades del mercado ofreciendo a los estudiantes las habilidades y conocimientos específicos que demandan las empresas. Poniendo el foco en términos de empleabilidad, según datos del último informe del Observatorio de la Formación Profesional, los titulados en FP tienen una mayor ventaja competitiva para acceder al mercado laboral respecto al resto de enseñanzas educativas. Muestra de ello es que el 74% de las ofertas de empleo demandan, al menos, una titulación en FP de Grado Medio.

Pero a nivel social, «por desgracia, todavía sigue existiendo ese estigma que dice que la FP es para aquellos a los que no les gusta estudiar», señala José Manuel Rodellar, director de Comunicación de Ilerna. Y nada más lejos de la realidad. Los datos sobre la tasa de inserción laboral demuestran que es una opción ganadora. Además, que estudiar una FP no es algo sencillo. Hay que aprender y esforzarse. Como dato relevante, hace 20 años se titulaban unas 150.000 personas al año, hoy en día, esta cifra supera ya los 250.000, según el informe 'Formación Profesional y Empleabilidad', elaborado por Randstad. Por lo tanto, queda claro que este estigma está desapareciendo, pero aún está arraigado en parte de la sociedad».

Como presidente de la Asociación de Centros de Formación Profesional FP Empresas, Luis García Domínguez señala que «la orientación sería esa pieza clave para unir las necesidades de las empresas con las de los estudiantes en el ámbito de la formación. Y no hablo sólo de jóvenes sino también de mayores que quieran seguir formándose o cambiar de dirección. Ofrecer una orientación real es el reto que tenemos por delante las instituciones, los centros y los sectores implicados para el futuro del mercado laboral y el desarrollo de las personas. Y esta función va más allá de la simple elección de una salida laboral, sino que busca guiar a las personas en la exploración de sus aptitudes, intereses y oportunidades laborales, incluso aquellas que aún no identifican».

En esta misma línea, la directora de formación, empleo y emprendimiento de la Cámara de España, María Tosca, apunta que «el desafío en el reconocimiento del mercado laboral radica en equiparar las necesidades de contratación de titulados de FP informadas por los expertos, con el volumen de ofertas de trabajo para dichas titulaciones». En este sentido, se considera esencial poner en valor la experiencia de los estudiantes de formación profesional.

Estos estudios aún soportan a veces el estigma de ser para aquellos a los que no les gusta estudiar

Para ello, Cámara de España lleva tres años impulsando que los estudiantes o recién titulados de FP Dual divulguen su experiencia mediante el Programa 'Somos FP Dual'. Actualmente el programa cuenta con 350 embajadores que realizan charlas y actividades en centros educativos y empresas para acercar la Formación Profesional a los más jóvenes.

Con la nueva Ley de Formación Profesional (Ley Orgánica 3/2022, de 31 de marzo) el foco se pone en modernizar y adaptar la Formación Profesional a las demandas del mercado laboral actual y con ella, facilitar la inserción laboral reforzando la conexión y un mayor contacto con las empresas. Unificada con el nombre de FP Dual, esta modalidad de colaboración entre instituciones y empresas consiste en una formación teórica en la que se alternan periodos de formación con otros de práctica. Como apunta Luis García, «lo que cambia ahora es que va a ser un aprendizaje con responsabilidad compartida entre la empresa y la escuela. El alumno o la alumna va a hacer unas 400 o 500 horas en la empresa y ésta va a ser corresponsable de enseñarle y formarle en algunos campos concretos acordados previamente entre ambos».

«Hoy en día las empresas necesitan contratar empleados que sean capaces de asumir responsabilidades desde el primer momento, por eso la FP es tan útil para las empresas -recalca Rodellar- porque la enseñanza de un ciclo formativo está basada, sobre todo, en la práctica. Nosotros, por ejemplo, destinamos el 85% del tiempo a este tipo de formación práctica dentro de las aulas».

Otra novedad que introduce la ley es el modelo intensivo, donde las empresas participarán de manera más activa, cubriendo entre el 35% y el 50% del tiempo de formación en el que, además, se retribuirá un porcentaje del salario mínimo interprofesional en función de las horas trabajadas.

Se ha pretendido seguir el modelo que ya utilizan en países como Alemania, Suiza o Dinamarca donde los alumnos desde el primer año en la escuela cobran un pequeño salario de aprendiz que fomenta la independencia y la responsabilidad con el trabajo que realizan.

Gran incentivo

En nuestro caso, continúa el responsable de FP Empresa, «este puede ser el gran incentivo que nos falta para cubrir la demanda de oficios que estamos necesitando. Porque son trabajos a priori poco atractivos pero que necesitamos cubrir en nuestro sistema productivo. Necesitamos carpinteros, electricistas, operadores, mantenedores de equipos, de instalaciones y puede que la percepción de estos trabajos cambie si se ofrecen incentivos económicos adecuados».

Desde la Cámara de Comercio señalan que, en respuesta a la demanda en los diferentes sectores, se están creando cursos de especialización ajustados a las nuevas necesidades para adecuarlas a la transformación del tejido productivo incluyendo contenidos del ámbito de la digitalización, sostenibilidad e inglés profesional. Con vistas al próximo curso, se actualizarán 10 títulos de Formación Profesional correspondientes a cinco familias profesionales: Informática y Comunicaciones, Artes Gráficas, Electricidad y Electrónica, Agraria y Edificación y Obra Civil.

De manera similar, en Castilla y León estrenarán el próximo curso 2024-25 medio centenar de nuevas titulaciones y siete cursos de especialización, con el objetivo de reforzar el talento al sector productivo de esta comunidad autónoma.

En cuanto al interés de los estudiantes, los datos de matriculación revelan que la mitad de las inscripciones se concentran en las familias profesionales de Sanidad, Administración y gestión e Informática y comunicaciones. Pero si hablamos del mercado laboral, los ciclos que tienen más salida son los relacionados con la tecnología como los Grados Superiores de Desarrollo de Aplicaciones Web, Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma y Administración de Sistemas Informáticos en Red.

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