España pasaría a ser contribuyente neto de la UE con la adhesión de Ucrania
El Instituto Económico Alemán apunta que la entrada de este país en la Unión Europea implicaría el traslado del 17% del presupuesto
Ucrania implementa las recomendaciones de la UE en vísperas de la reunión del Consejo Europeo sobre su membresía

Ucrania espera que los países de la UE den su consentimiento para iniciar las negociaciones de adhesión esta misma semana. El parlamento ucraniano ha aprobado ya tres de las cuatro leyes que Bruselas puso como condición y las autoridades comunitarias son conscientes de que ... el paso supone un respaldo imprescindible para que Kiev aguante otro invierno plantando resistencia a Putin. Pero conviene tener presente que la entrada de Ucrania en la UE, si llega a producirse, tiene un coste.
El Instituto Económico Alemán (IW) ha calculado que la membresía de pleno derecho tendría como consecuencias que hasta el 17 por ciento del presupuesto comunitario europeo fluiría a partir de ese momento hacia Ucrania, lo que supondría a su vez un reajuste en lo que reciben el resto de los países y afectaría especialmente a los receptores netos. La anterior ampliación de la UE ya tuvo ese efecto negativo sobre el saldo neto en la relación entre España y la UE, además de evidentes consecuencias presupuestarias.
Según un informe publicado hoy, los expertos del Instituto Económico Alemán calculan que el impacto financiero de la adhesión de Ucrania a la UE sobre el actual presupuesto plurianual oscilará entre 130.000 y 190.000 millones de euros. Actualmente, ese presupuesto común plurianual asciende a alrededor de 1,1 billones de euros de 2021 a 2027. La cantidad exacta adjudicada a Ucrania dependerá de las suposiciones planteadas sobre la superficie de tierra cultivable y la población que haga llegas Kiev a Bruselas.
A subsidios agrícolas y a compensar diferencias regionales
En sus cálculos, los expertos del IW suponen que la transferencia será de entre 70.000 y 90.000 millones de euros en subsidios agrícolas. La denominada política de cohesión supondría entre 50.000 y 90.000 millones de euros. Estos fondos están destinados a ayudar a las regiones estructuralmente débiles a crecer, para compensar las diferencias económicas y sociales en las regiones europeas.
Atendiendo a los datos de 2022, España dejaría de beneficiarse de un excedente de 494 millones de euros del presupuesto comunitario y pasaría a aportar a las arcas europeas, en términos netos, cerca de 1.100 millones de euros. Sería seguramente el único Estado europeo que pasase de ser beneficiario neto a contribuidor neto, a pesar de lo cual el gobierno de Madrid no ha planteado resistencia alguna.
Además habrá consecuencias estructurales debido a que, «dado este nuevo volumen de países miembros, la UE debería estar preparada para realizar reformas», continúa el informe. Sólo así podrá ser creíble la decisión política de vincular más estrechamente a Ucrania a sí misma con la perspectiva de su adhesión y esto se aplica tanto al nivel institucional como al fiscal, es decir, al presupuesto.
El IW propone, por ejemplo, limitar el gasto en cohesión a los Estados miembros más pobres. Estos son algunos de los motivos por los que el inicio de las negociaciones de adhesión, que debe ser aprobado por unanimidad, ha perdido apoyos en las últimas semanas.
Rechazo de Hungría
Ante el rechazo de Hungría, fuentes diplomáticas confían en que la aprobación de los fondos europeos por valor de 10.000 millones de euros con destino a Budapest propicien que el presidente húngaro, Víktor Orbán, afloje su posición. Al oponerse a la apertura de negociaciones de adhesión con Kiev, Orbán se quejó inicialmente del trato de Ucrania a la minoría húngara del país. Desde entonces ha dicho que Ucrania es demasiado corrupta y no está preparada para entrar en la UE.
Diplomáticos consultados afirman que los intentos de Georgia y Bosnia-Herzegovina de avanzar en sus propias aspiraciones de adhesión a la UE, ambos respaldados por Orbán, fracasarían si Hungría veta a Ucrania. «Nuestra sensación era que Orbán siempre sabe hasta dónde puede llegar y que sabría exactamente cuándo es el momento de bajarse del árbol«, afirman fuentes diplomáticas, que admiten que se esperan un posible acuerdo que retrase a marzo el inicio de las negociaciones con Ucrania en condiciones definitivas. Otros, sin embargo, temen que esta vez el líder húngaro no se deje convencer.
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