Sampaoli y el Real Madrid, partidos de altas revoluciones

De hecho, en su primer partido oficial al frente del Sevilla FC 2016-17, a Sampaoli le tocó estrenarse en la Supercopa de Europa ante el Real Madrid. Su equipo, con varias caras nuevas, salió con seriedad en la final disputada en Trondheim (Noruega), siendo capaz de remontar por medio de Franco Vázquez y Konoplyanka el gol inicial de Marco Asensio. Sin embargo, cuando los sevillistas casi acariciaban el ansiado título, Sergio Ramos puso el empate a dos en el tiempo añadido, forzando una prórroga en la que el Real Madrid lograría la remontada en la última acción del partido , protagonizando Carvajal una jugada en solitario en la que ningún jugador nervionense fue capaz de pararle e impedir que batiera a Sergio Rico. Debut amargo del preparador argentino, conllevando este la pérdida de un título que llegó a estar muy cerca de recalar en Sevilla.

Posteriormente, el azar deparó un nuevo enfrentamiento entre Sampaoli y el Real Madrid en los octavos de final de la Copa del Rey . Como ya ha hecho esta temporada, el argentino salió en la ida en el Bernabéu sin delanteros, apostando por Joaquín Correa como falso nueve, para enfrentarse a un Real Madrid sin Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema. A pesar de las bajas, aquel equipo «nos hizo vivir momentos que no habíamos vivido este año» por su sorprendente falta de intensidad, según admitió el propio entrenador sevillista tras caer por 3-0 en la ida de una eliminatoria prácticamente sentenciada . Sin embargo, aquel abultado resultado no ensombreció una actuación, la del colegiado Mateu Lahoz en aquel Real Madrid – Sevilla, que todavía hoy se recuerda. Y es que el tercer tanto madridista llegó después de que el árbitro señalara un increíble penalti por un empujón de James a Modric . Tanto Mateu como sus asistentes consideraron que fue Mercado quien empujó al croata, sin llegar a ver ninguno de ellos que realmente fue James quien desplazó a su propio compañero. Además, también hubo polémica en el segundo gol a raíz de una falta no señalada de Morata sobre Rami justo antes del córner que acabó en el gol de cabeza de Varane.

Una semana después de caer en el Bernabéu tuvo lugar el partido de vuelta. Sampaoli apeló a la ilusión de jugadores y afición para obrar una épica remontada . El Sevilla se vació, contando con el recién llegado Lenglet como titular. Es más, un tempranero gol de Danilo en propia puerta hizo saltar las alarmas en el banquillo de Zidane. Tras el descanso puso las tablas Asensio, respondiendo el Sevilla pronto por medio de Jovetic, otro de los nuevos fichajes, que saltó al terreno de juego en la segunda parte. Iborra puso el 3-1 en el minuto 76, restando aún dos goles para la épica. Sin embargo, esos dos tantos llegaron finalmente para el Real Madrid. Tras un penalti de Kranevitter sobre Casemiro en el 83, Sergio Ramos pidió al balón para lanzar desde los once metros y anotar a lo 'Panenka' , protagonizando ahí la polémica de este partido. No fue solo el hecho de que el camero, canterano sevillista, pidiera lanzar el penalti, sino que celebró el tanto señalando a la grada de Gol Norte , para luego pedir perdón al resto del estadio nervionense. Tras aquel convulso momento, cuando el partido llegaba a su fin, Benzema puso el definitivo empate a tres para cerrar una eliminatoria de alto voltaje.

El resumen era hasta entonces de tres partidos ante el Real Madrid, con dos derrotas y un empate, conllevando la pérdida de un título y una tempranera eliminación copera. Sin embargo, no tardaría en tomarse la reválida Sampaoli, pues tres días después de esa vuelta de octavos de Copa, el Real Madrid debía volver a visitar el Sánchez-Pizjuán con motivo de la 18ª jornada de LaLiga, una competición en la que l os blancos iban primeros (40 puntos) y los hispalenses, segundos (36) . Duelo de gigantes en la clasificación que tendría un nuevo vencedor, un Sevilla que fue capaz de remontar en los últimos cinco minutos el 0-1 anotado por Cristiano Ronaldo en el 66, valiendo para los locales un tanto en propia de Sergio Ramos y un magnífico gol de Jovetic desde la frontal que provocó el éxtasis sevillista . El entrenador argentino quería dar guerra en LaLiga, habiendo su equipo recortado distancias con un Real Madrid que vio quebrada en Nervión su formidable racha de 40 partidos sin perder.

No obstante, cuando ambos equipos se volvieron a ver las caras en la 37ª jornada de LaLiga, el panorama era ya bien distinto. El equipo de Sampaoli se vino abajo tras la eliminación en Champions a manos del Leicester y en LaLiga comenzó a dejarse varios puntos por el camino. Además, comenzó a ser un secreto a voces que el de Casilda no cumpliría su segunda temporada en Nervión, embelesado por la llamada de la AFA para dirigir a Argentina en su camino hacia el Mundial de Rusia. En ese estado de desconexión se plantó el Sevilla en el Bernabéu, en el partido más descafeinado en el que ambos equipos se midieron aquel curso , en contra de lo que reflejó el marcador. Los sevillistas mantenían como único objetivo asentarse en cuarta posición, mientras que el Real Madrid quería cerrar cuanto antes el título liguero. Pese al 4-1 endosado por los locales, quienes aprovecharon los errores defensivos de su rival y su falta de acierto, los de Nervión lograron su meta, aunque fue gracias al empate a cero del Villarreal, su perseguidor directo, en ante el Deportivo en esa misma jornada.

Es con este bagaje de una victoria, un empate y tres derrotas con el que Sampaoli visita el feudo madridista seis temporadas después, sabedor desde su primera etapa como sevillista de todo lo que puede acontecer en un duelo de tal magnitud . Eso sí, el contexto ahora es bien distinto, mostrando el argentino una filosofía más asentada que en su anterior periplo, habiendo cogido las riendas del equipo ya iniciado el curso y con el Sevilla luchando por escalar puestos en la clasificación, lejos de los objetivos iniciales que se marcó el club.