Sevilla FC
Koundé: el verano, el mercado y las expulsiones
En la presente temporada el central ha visto la roja directa en tres ocasiones, una de ellas con Francia
El Sevilla FC presentará alegaciones por las tarjetas a Koundé para que pueda jugar el derbi
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Nadie pone en duda la calidad de Jules Koundé, que es uno de los mejores jugadores de la plantilla del Sevilla FC, pero la expulsión del pasado domingo contra el Espanyol, unida a algunos fallos impropios del jugador que el año pasado protagonizó cientos de ... alabanzas, hace que comience a cuestionarse la implicación o la motivación del zaguero galo. Con sólo 23 años, el crecimiento desde su llegada a Nervión ha sido exponencial y desde su primera temporada llamó la atención de otros equipos. Cabe recordar que en el verano de 2019 muchos cuestionaban el mismo día de su presentación si el precio, unos 23 millones de euros con los variables, que el Sevilla había pagado al Girondins por el jugador era desorbitado.
Monchi estaba seguro de que no existía riesgo en la operación, «Los que hayan visto jugar a Koundé y lo conozcan bien, saben que la inversión no tiene tanto riesgo como pueda parecer». Y no se equivocaba. Ya en su primer año se convirtió en uno de los referentes del equipo junto a Diego Carlos. De hecho, la defensa es la línea en la que menos cambios ha habido desde la llegada de Julen Lopetegui. Esa temporada, marcada por el parón de la competición por la pandemia de Covid, el jugador francés participó en 40 encuentros, anotó dos goles y dio una asistencia. Entonces se convirtió en campeón de la Europa League con el Sevilla en Colonia y su nombre aparecía en los titulares de los medios de toda Europa relacionándolo con diferentes equipos potentes.
Pero la temporada de su explosión fue sin duda la 2020-21. En ese año su aportación al equipo fue vital. El cerrojo que suponía la dupla con Diego Carlos era de las más alabadas de LaLiga y cuando él faltaba, la afición temía que la defensa dejase de demostrar esa solidez habitual. Una de las cosas que demostraba su importancia en el campo era el hecho de que los tres partidos de LaLiga en los que no estuvo, el Sevilla perdió. Su valor se multiplicaba en cada actuación y al igual que sus guarismos en todas las webs de estadísticas. Koundé crecía y también recibió la llamada de Didier Deschamps y debutó con la selección absoluta de Francia.
En verano, después de que en el mercado anterior se frustrase su fichaje por el Manchester City, en una de las primeras entrevistas que dio en la concentración con la selección gala en la Eurocopa manifestó su deseo de abandonar el club sevillano. El Chelsea llegó con todo y trató de llevárselo ofreciendo una buena suma que no convenció a la directiva sevillista, que pedía el pago de la cláusula de 80 millones. El jugador presionó no viajando a Elche para afrontar el partido de la tercera jornada de LaLiga. Pero la directiva sevillista, que ya había vivido algo así en 2016 con Dani Alves, no cedió a esta fórmula y el jugador se quedó. Y aquí es donde empieza el dilema sobre la actitud del futbolista. Tras ese intento de forzar su salida mostrando disconformidad, se marchó a la concentración con Francia para afrontar los choque de clasificación para el Mundial de Catar. En el primero de los partidos, contra Bosnia, el futbolista fue expulsado en el minuto 51 por roja directa, después de propinar una patada a Kolasinac por la que tuvo que retirarse del partido. Esa fue la primera de la temporada, después vendrían dos más con el Sevilla y las tres fueron ejemplos de falta de calma. Después de ese momento de tensión del inicio de temporada las aguas volvieron a su cauce, o eso parecía, pero el jugador no terminaba de ser el mismo de la temporada anterior.
Contra el Barcelona, poco antes de Navidad, y con el mercado invernal a la vuelta de la esquina, se volvió a ver al jugador con los nervios descontrolados. Fue cuando tras un empujón de Jordi Alba el sevillista, que estaba recogiendo el balón del suelo después de que saliese por la banda, lanzó el esférico contra la cara del futbolista azulgrana. Roja directa y un partido de sanción.
El pasado fin de semana, contra el Espanyol volvió a suceder, aunque esta vez no fue algo tan evidente, incluso podría cuestionarse que mereciese una expulsión. En un forcejeo con Javier Puado en el que el espanyolista cometía falta sobre el sevillista, Koundé bracea ligeramente hacia atrás para zafarse del rival y González Fuertes determinó que el francés debía abandonar el campo.
Pese a estos tres momentos puntuales Koundé por el momento mantiene estadísticas disciplinarias por debajo de las del año pasado con sólo dos tarjetas amarillas y 13 faltas, un promedio 0,45 por partido, cuando el año pasado alcanzó el 0,47 y el anterior 0,73. Además, el central sigue siendo un jugador importante en el esquema de Julen Lopetegui, tal y como se vio en la reanudación del derbi de Copa del Rey, pero ya no es tan determinante -lo que podría suponer una bajada en su valor de mercado- y su compañero Diego Carlos va ganando protagonismo, tanto incluso como para ser uno de los nombres del mercado de fichajes de enero por la desorbitada oferta del Newcastle.
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