El rincón de Cazón Palangana
Sevilla - West Ham: Jamones del Sur 1 Jamones del Oeste 0
Esta gente no entiende de barcos
Sevilla - West Ham: Con agallas y contra todo (1-0)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónNo quiero ser racista, pero considero a los británicos una especie inferior desde que pasara un verano en casa de una familia irlandesa, cuando tenía doce años. Mi madre, para causar buena impresión a mis nuevos papis y como cortesía, metió en mi maleta un ... papelón de jamón de pata negra envasado al vacío para que sirviera de obsequio. Al llegar les di aquel presente y ellos lo recibieron sin entusiasmo, más bien con extrañeza. A la hora de la cena, en la que era mi segunda noche en mi nueva casa, pusieron la comida en la mesa y a mí, solo a mí, me pusieron un plato de jamón. Hasta ahí todo normal, sino fuera porque se habían creído que el jamón era una especie de bacon que para ingerirlo debía pasar por la plancha antes. Ahí comprendí que esta gente no entiende de barcos.
Hoy visitaba al Sevilla el West Ham, ese equipo inglés cuyo nombre traducido sería Jamones del Oeste. Ni esta gente saben de jamones ni están al Oeste. Para enfrentarse a estos lumbreras, Lopetegui iba a seguir teniéndolo complicado para conformar el once. Esta vez el lesionado no esperó ni al pitido inicial. Rakitic se lesionó en el calentamiento. Lo bueno es que, de esta forma, se supone que solo debería haberse lesionado uno o dos jugadores más durante el encuentro. El Sevilla está acostumbrado a dejar más bajas que el desembarco de Normandía.
Los ingleses estaban a punto de marcar antes del minuto 10 tras el saque de una falta que dejó un balón muerto en el área pequeña que Bono despejó demostrando los reflejos de una madre cuando un mosquito amenaza la integridad de su hijo. Menos mal que Michail Antonio, un delantero jamaicano que parece Paquirrín bañao en alquitrán, le pegó al aire.
El partido, en sus primeros compases, parecía un encuentro de baloncesto. Si un equipo recuperaba la posesión, iniciaba jugada y el contrario replegaba. Lo chungo es que hoy el Sevilla jugaba sin Rakitic, sin ese base que distribuye el juego del equipo. Tampoco se postulaba nadie como ese jugador capaz de encestar un triple desde fuera del área, y mira que Koundé tiene tol pelito de un ala-pívot de Los Ángeles Lakers.
Lo intentaba tímidamente el Sevilla. Primero por medio de Munir, que probaba suerte pegándole de primeras y de interior. Y después con un cabezazo de En-Nesyri que atajó el portero con facilidad. Para batir al cancerbero inglés iba a necesitar algo más el Sevilla, pero se entienden esos endebles intentos porque cualquier esfuerzo de más podría suponer un desgarro muscular y una lesión de varias semanas.
Bono, después de hacer una gran intervención, como nos viene acostumbrando desde que agarró la camiseta de titular, se dolía del tobillo y hacía disparar ya no las alarmas, sino hasta los aspersores de la ciudad deportiva. Esto no es normal, que se lesionan jugadores apretándose el cordón de las calzonas, me cago en mi pare.
Terminaba la primera mitad con el temor a que algún jugador se lesione bajando las escaleras hacia vestuarios. Yo, de verdad, que no me explico lo del Sevilla con las lesiones. Parece que se juega en un campo de minas y con un balón medicinal.
La segunda mitad continuaba la tónica de la primera, con ambos equipos con más voluntad que acierto. En-Nesyri volvía calcar su remate a las manos del portero de la primera mitad. Pero no solo de un marroquí vive el Sevilla. En el minuto 60, Lopetegui iba a vacilar de pizarra. Acuña amagaba con sacar una falta al primer palo y le servía un centro a Munir, que se descolgó en el segundo, haciéndose el longui, para mandarla a la red. Golazo que celebraron los jugadores en el córner de gol sur junto a los miembros del 061, que se abrazaron a los jugadores para que no se lesionaran en el festejo.
A pesar de que eran los mejores minutos del Sevilla, fue Navas el que se vistió de Superman para lanzarse al suelo con todo para detener lo que era un gol cantado del West Ham. El palaciego frenó la ocasión lanzándose al césped como niño que se tira del tobogán más alto del Guadalpark.
Llegaban los minutos finales y el Sevilla se sacudía la presión inglesa con la magia del Tecatito. El mejicano parece que ha nacido en Huévar y que lleva jugando aquí desde cadetes. Se zafa de los rivales con facilidad y tiene más cintura que Beyoncé. Otra vez estuvo a punto de marcar Ocampos, que si tomara mejores decisiones y tuviese más puntería no estaría jugando en el Sevilla.
El entrenador rival, David Moyes, con toda la cara de apellidarse Cadaval, fruncía el ceño en el banquillo. Lopetegui, en el suyo, fruncía las pestañas, como siempre. La grada sevillona , incombustible, como siempre.
Hablaba antes de las malas decisiones que suele tomar Ocampos y, al borde del final, vio una cartulina amarilla por meterse en una absurda tangana que acarrea suspensión. No sé si el cerebro se entrena, pero si se hace, se entrena poco.
Fin del partido. Victoria por uno a cero que da ventaja a los Julen´s boys para el partido de vuelta. Vista la plaga de lesiones que asola a la plantilla, esperemos llegar con los jugadores suficientes como para afrontar ese envite.
El tuitaso
Le he cambiado una bufanda del Sevilla FC a un inglés que está a mi lado y se lo acaban de llevar a urgencias con un esguince.#ElTuitaso
— Vicente el del Canasto (@VCanasto) March 10, 2022
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete