Sevilla - Levante: Vencedores de «Los Juegos del Hambre»

Volvían los Biris a la grada baja de gol norte tras la pandemia. El estadio cantaba al unísono:

Todo el estadio,

con gran esmallaera

Es un milagro

ver las barras abiertas

Por un perrito

pago lo que tu quiera

Salchicha rosa,

te como toa entera

Lololololo…

Viendo el once inicial parecía que Lopetegui se ha dado cuenta de que tiene que meter a todos los notitas en la película. Dmitrovic, Augustinsson y Munir en una alineación novedosa. El partido comenzaba con el Levante mostrando las armas que siempre muestra en el Sánchez-Pizjuán, con una contra que acaba con una cabalgada del comandante Morales (que aquí siempre es capitán general) que acababa en las manos de calvoguapo Dmitrovic.

En el primer córner del encuentro llegó el 1 a 0. Óliver enganchó una preciosa volea para decir que más que Torres tenemos que apellidarle Aton. Golazo que me recuerdó a uno que metió Mendieta al Barcelona. Espectacular. La grada explotó de júbilo cantando lo siguiente:

Lalalalalalá

no me han dejado pasar

Lelelelelelé

nada de ná pa beber

Lililililililí

tampoco este botellín

Lolololololó

ni aunque le quite er tapón

El centro del campo sevillista era Carmen Mola: 3 tíos que funcionan de verdad. Fernando, como siempre, convertido en el Roomba del Sevilla, limpiando la zona y recuperando balones. Delaney, el mejor amigo de todos, cada vez más acoplado, apareciendo por todas las partes del campo y asociándose siempre con el compañero. Y Óliver, el más adelantado de los tres, filtrado pases a Rafa Gomina Derretida Mir y culminando jugadas.

El cuasidebutante Munir, aplicado en defensa, recuperó un balón en medio campo y Gomina Mir batió al portero rival de un latigazo al palo corto. La verdad es que el cancerbero no estuvo muy acertado. A quién se le ocurre venir de verde al Sánchez-Pizjuán… Mientras Gomina Mir celebraba el gol haciendo el gesto del diablo o del torete, la grada cantaba:

Este domingo no puedo almorsar

Juega a las dó, tebas con tus castas

Llegamos al sanchez pizjuan

Sin na en el cuerpo y media papa

¿Cuándo vamos a comé?

Vamo a pedí a domisilio cosa

O vamo al pizzahut

O vamo al kebab

O nos llegamos al macdona

Lolololo...

Minutos más tarde, con un Levante con el culito apretao y un Sevilla volcado sobre el área rival, Suso cogió un balón en el área y le hizo cositas (y pupita) a su marcador hasta dejarlo a un lado y disparar un zurdazo cruzado que se estrelló en el palo.

Cuando parecía que el Levante no sabía si pedir la pausa de hidratación o la de morisión, directamente, apareció el capitán general Morales, que cada vez que juega en este césped puede ser convocado por la Brasil del 70. Espectacular el disparo a la escuadra que se sacó de la manga para batir a Dmitrovic.

El Sevilla, a pesar del golazo del Levante, estaba empeñao en irse al descanso tranquilo. Diego Carlos mandó un tremendo cabezazo al palo cruzado que acababa colándose en la portería con cierto suspense. El defensa que marcaba al brasileño acabó por los suelos como un niño al que le ha revoleao una ola gorda en Chipiona.

La segunda parte comenzaba con el campo todavía inclinado, pero para el otro lado. Óliver Aton luchó por un balón en la frontal del área para acabar dándosela a Munir que levantó la mirada, vio que el de verde seguía yendo de verde, y chutó crizado desde fuera del área para hacer el 4 a 1. Munir tiene más gol que los dos delanteros del Sevilla.

Minutos más tarde, un balón en largo hacia el área del Sevilla provocó una malísima salida de Dmitrovic, que debió salir a buscar la i que le falta a su apellido, y golpeó el balón entre la zona abdominal y la zona nabal (con b) para dejárselo en bandeja al capitán general Morales y que este marcara el 4 a 2.

Sí, amigos, el partido se apretaba y Diego Carlos iba a hacer la especialidad de la casa, la cagadinha. En un acto de suficiencia, protegió el balón para que saliera de fondo, pero De Frutos estuvo más listo, recuperó la bola y se la dio a Melero para que marcara a placer.

El partido estaba loco y los goles caían con facilidad. Parecía un partido entrenado por Sampaoli. El 5 a 3 no tardó en caer. Lo hacía en una internada de Navas por banda derecha que servía un pase de la muerte a Don Fernando Reges para que machacara, por quinta vez hoy, al señor de verde.

Sin tiempo para respirar, el Levante estuvo a punto de marcar el 5 a 4 en una falta brillantemente lanzada por Bardhi, que tiene nombre de mascota y toda la cara del hermano majara de los Peaky Blinders. El balón acabó estrellándose en el poste y el rebote lo cazó Melero que esta vez mandó el balón a la fábrica de Cruzcampo.

En el noventa estuvo a punto de meter el sexto Rafa Gomina Mir, pero el de verde despejó a córner demostrando que, a pesar de haberse equivocado al elegir el color de su indumentaria, es portero.

El partido pudo acabar, yo que sé, catorce a seis, pero acabó 5 a 3. Partido atípico en Nervión para acallar los debates de juego aburrido contra juego entretenido, resultadismo contra virtuosismo, etc. El Sevilla se declara vencedor en estos Juegos del Hambre y todos los sevillistas salen del estadio felices y contentos. Eso sí, ahora to los bares con la cocina cerrá.