El rincón de Cazón Palangana

Dinamo Zagreb - Sevilla: El equipo de la casta y el vendaje

En la oficina de Monchi se cae Internet y se hace daño

«¿Está el enemigo? Que se ponga.» Vivimos tiempos tan bélicos que a uno le cuesta saber cuál es el enemigo porque hay tantos… Si no que se lo digan a Pablo Casado. Para centrarse en el enemigo correcto he optado por unirme al ... caparrosismo , al cholismo , al partido a partido, al enemigo a enemigo. Ya habrá tiempo de encararse con el Betis en el derbi del domingo. También de cagarse en las castas de Putin. Hoy, toca centrarse en el Dinamo de Zagreb y certificar el pase a octavos de final de la uropalí .

Para ello, Lopetegui ponía sobre el tapete sus mejores fichas. Un equipo muy titular, sin guardarse nada para el fin de semana. No quería sustitos el entrenador navarro. Sustitos en cuanto al resultado, porque el miedo a que haya lesionados ya es perenne. Los sevillones vivimos los partidos de nuestro equipo esta temporada con más tensión que la mujer de un torero.

En el minuto tres de encuentro Montiel recibió una entrada fuerte y, milagrosamente, se puso en pie sin necesitar primeros auxilios. También ocurrió algo extraño cuando todavía el reloj no había llegado al diez de partido. Algo que solo pasa como el cometa Halley, cada 120 años. Diego Carlos disputó un balón con un contrario hombro con hombro y el brasileño cayó al suelo desequilibrado. Alucinante esto, como ver un trébol de cuatro hojas.

El partido transcurría sin historia alguna, con la banda sonora monótona interpretada por la hinchada croata, los Biris de ellos. Parece que cantan con una croqueta metía en la boca que les quema. Y les pasa lo que a Manolo García, que parece que todas sus canciones son la misma. Lo más destacado del encuentro, de momento, eran ellos y la piña que pegó Ristovsky (Mejide) al sortear la vaya de publicidad y dar contra el suelo. Si el estadio, como los antiguos, tuviera foso, habrían tenido que sacar al chaval con una grúa, como a Dassaev.

Pasada la media hora, los croatas iban a pedir penalti por empujón de Diego Carlos dentro del área. Como dijimos, que el brasileño se vaya al suelo en un choque hombro con hombro solo ocurre cada 120 años, así que esta vez le propinó tal viaje al delantero croata que casi lo deja pa cenar sopita na má .

La hinchada croata seguía a lo suyo, cantando, con la croqueta en la boca, canciones que solo contienen la vocal o. Ojalá en la segunda parte pasen a la u. Aun así, el Sevilla intentaba romper la monotonía con inocentes disparos a puerta. Y, entre tanto, llegaba el primer lesionado del día. Se hizo de rogar, pero cayó al borde del descanso. Diego Carlos tenía que ser sustituido al notarse un pinchazo en el muslo. Ya jugamos el derbi copero sin porteros y jugaremos el de liga sin centrales. No entiendo cómo no aprovechamos pa que nos patrocine Cruz Roja.

Salían en la segunda mitad Delaney y Navas, jugadores potencialmente lesionables. Todo en el club es ya susceptible de lesionarse. De hecho, el palaciego sufrió un pisotón en el tobillo nada más reanudarse el encuentro. Yo creo que en la oficina de Monchi se cae Internet y se hace daño.

Rafa Mir, que si tuviera un hermano que se llamara Maxi se llamaría como el estadio croata (Maksimir), desaprovechaba ocasiones más o menos claras. Una a pase del Tecatito y otra de cabeza que se le fue fuera.

Pasado el minuto sesenta, el árbitro señaló penalti a favor de los croatas por mano de Acuña dentro del área. Medina Cantalejo no parece tener poder tampoco en Europa. El penalti lo lanzó Orsic, el goleador de la ida, y lo mandó a la red haciendo el 1 a 0.

El Dinamo, empujado por el gol y los alaridos de su hinchada, se vino arriba y comenzó a tener ocasiones. El Sevilla pudo cortar el asedio croata en una jugada en la que Ocampos remató solo en el punto de penalti y luego en un disparo de Rafa Gomir, pero ambos mandaron el balón a la gran explanada que divide el campo de la grada. Tienen los croatas sitio allí pa montar una feria de abril y tener to los de Zagreb su casetita buena.

Cuando se cumplía el tiempo reglamentario, Delaney cometió una falta lateral que le costó la segunda amarilla y su expulsión. Ya lleva unas pocas el danés pa haber jugao tan poquito. Segundo partido consecutivo del Sevilla con jugadores lesionados y un expulsado. La temporada es pa comérsela con papas. Tanto tiempo tratando de determinar quién es nuestro mayor enemigo para que al final nos demos cuenta de que somos nosotros mismos.

El tuitaso

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