El instinto básico de asaltar el Wanda

No hubiese venido mal la Stone en punta para distraer a la fogosa defensa de Simeone, ya de por sí bastante dispersa en estos inicios ligueros. Diez goles encajados en otros tantos partidos es mucha tela para un equipo que siempre alardeó del granito con que enlosa su zaga. Resulta esperanzador este dato porque quien les visita no es un cualquiera, sino el segundo equipo más goleador de la Liga, un Betis que viene de ganar sus tres últimos partidos y de marcar en ellos ocho tantos.

Esta estadística, por cercana, compensa aquella otra que habla del predio atlético como un lugar casi inexpugnable para las huestes de al final de la Palmera. Seis victorias en 65 encuentros es un balance que no permite la vanagloria. Claro que esos números no pueden imputársele, ni como herencia, a un equipo como el actual, que ha batido su récord de puntos en 11 jornadas del siglo XXI, con 21; ni a Pellegrini, quien a tenor de lo que ha hecho ya merece más crédito que sus antecesores, por competentes que fueran algunos de estos.

Deberá tener cuidado Fekir, que lo juega todo, no vaya a ser amonestado y deje de hacerlo justo en el partido más esperado, ese derbi que se comenzará a disputar el lunes, por mucho que sea pasando antes por Leverkusen, donde espera el Bayer bien provisto de aspirinas para consumo propio.