Suspenso y paso atrás en el Betis

Ángel Haro y José Miguel Catalán, durante la junta de accionistas del Betis (Foto: MANUEL GÓMEZ)

El palco y los despachos

Salieron en las fotos, entre otras, de la nueva tribuna de Gol Sur y también en la de la primavera de 2018, cuando el equipo certificó su clasificación para competición europea. Ahora, la otra cara del fútbol lleva al consejo comandado por Haro y Catalán a cargar con su correspondiente cuota de responsabilidad por lo ocurrido en la temporada recién terminada. Los resultados han mostrado que las operaciones de altas y bajas en la plantilla no han funcionado. Tampoco se acertó con el entrenador. Y la famosa gestión que desembocó en la salida de Lorenzo Serra Ferrer del Betis sigue bien presente un año después. La memoria del balear se ha hecho más fuerte todavía en la grada verdiblanca, entre otras cosas, porque el trabajo llevado a cabo por la actual dirección deportiva no ha mejorado con resultados lo realizado, por ejemplo, en los dos cursos anteriores. Esta ha sido la cuarta campaña completa con Haro y Catalán al frente del consejo. En la 15-16, el presupuesto rondaba los 45 millones de euros. En la 19-20, la cifra se sitúa en los 200. El presidente accedió a su cargo actual en febrero de 2016, tras la dimisión de Juan Carlos Ollero. Tres meses más tarde, el Betis acabó la temporada liguera en la décima plaza con 45 puntos. En la 16-17, con Víctor Sánchez del Amo sustituyendo a Poyet, y Alexis cerrando el curso en el banquillo, el equipo terminó en una situación casi idéntica a la actual, decimoquinto con 39 puntos. Llegaron Serra Ferrer y Quique Setién. El Betis 17-18 termina sexto, con 60 puntos, sellando su pasaporte europeo. Y en la segunda campaña del cántabro en Heliópolis no se pudo ir más allá de la décima posición (50 puntos) en el campeonato regular. Además de llegar hasta la semifinal de la Copa del Rey.

El entrenador del Betis, Rubi, observa a sus jugadores durante un entrenamiento (Foto: J. J. Úbeda)

El banquillo

El Betis decidió ir a por Rubi para darle la dirección del equipo 19-20. La clasificación europea conseguida con el Espanyol había impulsado al técnico catalán. Sin embargo, pronto se le empezaron a complicar las cosas. A finales de octubre empezó a vivir la sensación de estar en algunas ocasiones más fuera que dentro, pendiente de un resultado agónico para mantenerse en el cargo. Triunfos ajustados ante el Celta (2-1) y Valencia (2-1) permitieron al técnico seguir en su cargo. La eliminación copera ante el Rayo a comienzos de año coincidió además con el inicio de una racha liguera que dejó al Betis varias jornadas seguidas sin ganar. Hasta que apareció otro gol salvador, el de Tello ante el Real Madrid (2-1). Hubo ocasiones en las que las decisiones de los colegiados afectaron negativamente a los de Heliópolis, pero la sensación general es que el rendimiento de Rubi estuvo por debajo de lo esperado y que no fue capaz de sacar provecho a la plantilla que tenía. La mala imagen y el resultado cosechado en el derbi con el que arrancó el fútbol tras el confinamiento se convirtieron en el principio del fin de Rubi en el Betis.

Mandi y Bartra cierran el paso a Williams, durante el Athletic – Betis (Foto: EP)

Sin brillo colectivo

No aprobó el técnico y tampoco muchos de los jugadores. Hay futbolistas que han bajado notablemente su nivel respecto a temporadas anteriores. Ejemplos claros se han visto en la defensa, con Mandi, Bartra, Feddal y Sidnei. Encabezando la lista de decepciones se encuentra Borja Iglesias. Apenas tres goles ha firmado un futbolista por el que se pagaron casi 30 millones de euros. Su compañero en ataque, el canterano Loren, empezó el curso asumiendo el reto del gol aunque fue perdiendo fuerza. Acabó con diez tantos en total. Dos menos ha firmado el capitán, Joaquín, siempre ejemplo aunque con un rendimiento más elevado antes del parón que tras el confinamiento. Canales y Fekir también destacaron, aunque sus aportaciones no resultaron suficientes para subir el nivel general.

Borja Iglesias intenta rematar en un lance del Betis-Espanyol (EFE)

Dinámica negativa

Los números en contra son rotundos. Sólo el Mallorca, descendido, encajó más goles (65) que el Betis (60). Diez victorias consiguieron en total los verdiblancos, dos de ellas tras el parón. Y apenas sumaron ocho de los 33 puntos que se disputaron a partir del 11 de junio, los mismos que el Getafe. Sólo el Alavés (7) y el Espanyol (5), lograron menos en este periodo.