El espíritu Puerta y Miki Roqué, la verdadera identidad del derbi

El derbi Sevilla-Betis ni es ni puede ser la estela de lo ocurrido en el último mes y medio. El gran partido de la ciudad está a pocas horas de ofrecer una nueva edición al mundo y aún estamos todos a tiempo de rehacer el sendero quebrado. Directivas, profesionales, futbolistas, aficionados… mañana es el día «D» para disfrutar del mejor fútbol en paz, con el balón como único juez para reconocer las loas de los ganadores y el consuelo de los derrotados. En Sevilla es imposible entenderlo de otra manera; conviven en las familias béticos y sevillistas. Verde sobre rojo y viceversa. El Sánchez-Pizjuán acoge una excelente oportunidad para reubicar el duelo hispalense en su cénit. Los condimentos deportivos y competitivos no pueden ser mejores: se enfrentan el segundo clasificado de LaLiga contra el tercero, con una ristra de ambiciosos objetivos en sus alforjas que son la envidia de cualquier club puntero de la geografía continental.

La convivencia volverá a sacar todo el brillo de un espectáculo inigualable. Resulta imperativo apelar al espíritu Antonio Puerta y Miki Roqué . Sus tristísimas y repentinas pérdidas, dolorosas hasta el extremo como la de José Antonio Reyes , recordaron a sevillistas y béticos quiénes son realmente, cómo cohabitan y cuál es el sentido de una rivalidad sin límites pero entre hermanos.

Recuerdo, pasión y respeto. Pasaron los meses y todavía se podían leer en las paredes exteriores del Ramón Sánchez Pizjuán los emotivos mensajes que muchos aficionados béticos escribieron en agosto de 2007 tras la muerte de Antonio Puerta. Mensajes de dolor, de sentido apoyo al sevillismo, de una conmovedora solidaridad hacia el vecino con firma verdiblanca. La peor cara de la rivalidad parecía haber desaparecido para fundirse en un lamento común ante la tragedia. Un golpe muy severo que hizo descifrar a los clubes y a sus seguidores el más puro sentido del derbi. Aquel espíritu de concordia fue creciendo y se reforzó con otra desgracia sobrevenida, esta vez en el bando verdiblanco. Al Real Betis le tocó llorar en 2012 la muerte en Barcelona de uno de los suyos, Miki Roqué. Un cáncer se lo llevó a los 23 años. Las muestras de dolor y apoyo llegaron para el beticismo y la familia del jugador desde todos los rincones y colores del mundo del fútbol, pero especialmente sensible fue la reacción unánime del sevillismo y el club de Nervión. Y es que el Sevilla FC tuvo gestos con el jugador de Tremp incluso cuando éste luchaba por superar su enfermedad. El equipo de la entidad que entonces presidía José María del Nido llegó a sorprender en un derbi saltando al terreno de juego con una camiseta de apoyo al futbolista bético: «Ánimo Miki». La iniciativa fue tremendamente aplaudida por la familia verdiblanca. Muy atrás, en el 'Pleistoceno' de las relaciones más amargas entre Sevilla y Betis, quedaron sepultados aquellos espinosos enfrentamientos protagonizados entre Lopera, Cuervas o el propio Del Nido.

La identidad del derbi evolucionó por el mejor camino hasta la actualidad, con dirigentes sumamente diplomáticos y cercanos como José Castro y Ángel Haro. En junio de 2020, tras el duro confinamiento por el coronavirus, el fútbol regresó en España con un Sevilla-Betis en el Sánchez-Pizjuán. Ante los ojos del planeta, en el minuto 26, el Sevilla FC proyectó en el marcador una imagen de Miki Roqué. Sin público por las restricciones, la megafonía acompañó el espectacular momento con aplausos de fondo. Fue un sensacional gesto a la par que inédito, pues nunca se había visto antes en un derbi en el Sánchez-Pizjuán. Justo diez minutos antes, en el 16, también se tributó homenaje a la figura de Antonio Puerta. Ellos nos recuerdan por dónde ha de transitar el partido de mañana.