Rotunda y balsámica victoria del Coosur Betis en el brillante debut de Green (79-66)

La defensa, muy fiable, casi siempre sólida y bien puesta, sostuvo al Betis en un primer tiempo de altibajos o claroscuros, alternando minutos de inspiración con otros de atasco y ofuscación. Esos primeros veinte minutos dejaron muchas noticias en el lado verdiblanco. Para empezar, la titularidad de Green, que le cogió pronto el aire al partido y convirtió el cuarto de apertura en un duelo personal con Clark, el único foco de luz para una versión discretísima del San Pablo Burgos, endeble en defensa y espesa en ataque, sin chispa. El partido, de escaso ritmo, era también de canastas contadísimas, aunque tras una canasta de Clark, un parcial de 6-0 colocó el 16-9 gracias a la efectiva integración en el engranaje de Izundu , sorprendente por lo acertado que estuvo, y Almazán, quien le da siempre una marcha física más al equipo.

Al cierre del primer segmento, todo lo dominaba el Coosur Betis sin haber estado brillante en ninguna parcela, salvo en defensa. Eso sí, había metido ya doce puntos en la pintura, lo cual ponía de manifiesto también la ternura del equipo burgalés en las cercanías de su canasta. O anotaba Clark o no lo hacía nadie en el invitado, que veía el aro verdiblanco del tamaño de un dedal. El descanso de Sipahi activó a AJ Slaughter, que tomó la manija muy poco tiempo. En seguida se dio cuenta Curro Segura de que con Borg habría más seguridad , equilibrio y mejor toma de decisiones en el timón, así que el sueco pilotó al equipo y lo hizo en los mejores minutos del primer periodo. Tan obturado o más que en los minutos previos, el San Pablo Burgos se diluía mientras el Betis aumentaba la temperatura de la caldera defensiva y actores secundarios como Whittington, Nacho Martín y Almazán ofrecían vías de anotación, otros registros.

Green, cuando regresó a la pista, ya no tuvo el impacto inicial y, a falta de más de cinco minutos, sorprendió que el motor ofensivo del Betis se gripara. Se paró en seco. La vuelta de Sipahi a los mandos no funcionó, tampoco el cambio del turco por Oliver y los verdiblancos erraron extrañamente un ataque tras otro. Se enredaron en pérdidas. De la fluidez al atasco en un pispás. Suerte para sus intereses que ni el San Pablo Burgos apretó de verdad ni su defensa se descompuso ante la sequía anotadora, así que llegó al descanso con una suculenta ventaja (32-24) pese a una ración de minutos para el olvido.

Era previsible que el conjunto de Peñarroya cambiara el ritmo tras el intermedio y eso intentó y consiguió a través del triple, el camino más arriesgado, pero también el más directo, para abordar la remontada. No había estado ni un solo minuto por delante, siempre remando, a la zaga. Y como por dentro se blindó perfectamente el Betis, alimentó su tiro exterior. Ése era el plan. Errático hasta entonces, los tiros le comenzaron a entrar. Anotó Clark, también Bassas y, al fin, Benite, muy apagado hasta ese momento. Enlazó dos triples el brasileño y la diferencia se redujo a cinco puntos (42-37). A ese embate respondió el Betis, que seguía funcionando en ataque con Borg haciendo de base y AJ Slaughter de escolta. Éste, precisamente, anotaría un triple lejanísimo y luego, también de tres, Nacho Martín elevaría a once la ventaja (48-37).

No se arredarían los visitantes, que se arrimarían de nuevo a cinco tantos (50-45) antes de un nuevo estirón verdiblanco en el que mucho tuvo que ver la influencia de Almazán, imperial en el trabajo y en la efectividad ofensiva. Qué actuación la del granadino. Firmó dos canastas de mucho mérito y Green, tras muchos minutos sin anotar, clavaría un triple para sumar diez puntos y consolidar también la ventaja albiverde en la distancia psicológica (55-45).

Del intercambio de golpes, ya con las defensas más desgastadas, había salido indemne el Coosur Betis, que afinó en el tiro exterior: Sipahi y Almazán se unieron también al festival (61-47) y dejaron prácticamente liquidado el pleito con todo el último cuarto por disputarse ante un San Pablo Burgos de vuelo raso, sin respuesta ofensiva ni piernas para reducir los daños que el movimiento de balón del Betis le generaba. Era cuestión de aguantar en los primeros minutos para sofocar la última rebelión burgalesa. Sus constantes vitales no invitaban a pensar que se sostendría mucho tiempo más si el Betis no bajaba el pistón. Entre Apic y, sobre todo, Lima lo intentaron ya que McFadden lo fallaba todo y de Benite no había noticias. Mas el anfitrión no permitiría que el San Pablo Burgos se le subiera a las barbas. Almazán, inspiradísimo , tanto que la grada coreó su nombre, ejerció de líder y hasta de anotador puro con un nuevo triple. Nacho Martín le secundó y Whittington abría una brecha insuturable (71-56) a falta de unos cinco minutos.

El partido estaba roto y las últimas dudas las despejó AJ Slaughter con un triple casi desde el párking que provocó la indignación de Peñarroya con sus hombres en el tiempo muerto. El Betis los había sacado del encuentro y ya todo fue coser y cantar, una autopista sin peajes hacia el triunfo. Quedaban minutos para el lucimiento y la diversión con la victoria en el zurrón. Green hizo lo posible por seguir sumando y dejó una gran impresión: 15 puntos y mucha facilidad, como ya se sabía, para llenar su casillero en una mañana brillante con muchos nombres propios en el conjunto verdiblanco. Almazán, tal vez, por encima de todos, pero también Nacho Martín, AJ Slaughter, Whittington, incluso Borg y Sipahi. Funcionó el bloque, nadie se acordó de la baja de Jordan y los verdiblancos respiran con la sexta victoria de la temporada.

Ficha técnica:

Coosur Betis (16+16+29+18): Sipahi (3), Green (15), Conger (5), Whittington (10), Niang (4) -quinteto inicial-; Enechionyia (-), Oliver (-), Borg (-), AJ Slaughter (15), Almazán (14), Nacho Martín (9), Izundu (4).

San Pablo Burgos (11+13+23+19): Fitipaldo (-), McFadden (6), Salvó (4), Clark (10), Lima (9) -quinteto inicial-; Benite (13), Barrera (4), Vega (-), Rivero (4), Bassas (8), Apic (8).

Árbitros: Peruga, Castillo, Sánchez Mohedas. Sin eliminados. Se guardaron 24 segundos de silencio antes del partido por el fallecimiento de Kobe Bryant. Palacio de los Deportes San Pablo, ante 6.824 espectadores.