Por qué el derbi sevillano de la primera vuelta se suele jugar en noviembre

De esta forma, el Siglo XXI ha convertido al mes de noviembre en el mes del derbi por antonomasia. De los 46 derbis que se han disputado desde 2001, 7 han sido en el undécimo mes del calendario, siendo todos ellos de LaLiga.

En cuatro de las últimas cinco temporadas, el derbi sevillano de la primera vuelta de LaLiga se ha disputado en noviembre. En la 2019-20, la 2021-22 y la 2022-23 se jugó en el Benito Villamarín y en este curso 2023-24 será en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

En enero y febrero también se han disputado 7 derbis respectivamente en el Siglo XXI, pero tres de enero y dos de febrero fueron de la Copa del Rey.

El patrón cada vez es más repetido, el primer derbi se disputa en noviembre y antes del último parón de selecciones del año, y el de la segunda vuelta se disputa en febrero, abril o mayo. De hecho, el de la segunda vuelta se disputa en el Villamarín el 27 ó 28 de abril.

Como curiosidad, el Betis nunca ha ganado en este Siglo un derbi que se juegue en noviembre con un balance de 5 derrotas y 2 empates. El curso pasado empataron a uno en el Benito Villamarín y hace dos cayeron por 0-2. Por su parte, en los dos últimos que se disputaron en este mes y en el Ramón Sánchez-Pizjuán cayeron por 5-1 (2012-13) y 4-0 (2013-14).

A pesar de que el calendario se sortea anualmente, la coincidencia no parece casual. La Liga hace años que lanzó la marca El Gran Derbi y cuida mucho todo lo que rodea a los duelos entre el Betis y el Sevilla. Colocarlo antes de un parón provoca que el tiempo en el que se habla del partido en los medios de comunicación es mayor, mientras que no suele coincidir con ningún otro gran partido en la misma jornada para que acapare buena parte de los focos.

Además, el momento de la temporada es el más inocuo posible en lo deportivo para los equipos, que no suelen querer disputar estos partidos a principio de temporada y sin los equipos sin rodar.