La intrahistoria del fichaje de Amrabat por el Betis: oportunidad de mercado y la llamada de Pellegrini

La dirección deportiva bética pretendía el fichaje de un pivote, pero el esfuerzo que requirió el fichaje de Antony dejó muy limitada la disponibilidad económica. La opción de Guido Rodríguez, que estaba sobre la mesa, era complicada en las condiciones que pretendía el West Ham, pese a que también el club londinense empezó a aceptar que tendría que abonar una parte de su ficha. Ahí surgió la alternativa de Amrabat, que pretendía salir del Fenerbahçe después de la eliminación de la Champions y el despido de José Mourinho.

La figura de Manuel Pellegrini también fue decisiva. Primero, para que el club bético apostase por un pivote y no agotase las vías abiertas para reforzar la delantera. Luego, para realizar una llamada al propio Amrabat, con quien también Abde, compañero de selección, se puso en contacto, y terminar de convencerlo para que aceptase la propuesta bética.

Los números con Amrabat cuadraban a la entidad heliopolitana, que disponía de un mínimo margen. El coste para el club verdiblanco será un tercio de lo que el centrocampista marroquí percibía en el equipo turco. Sobre 2,5 millones de euros brutos le costará al Betis contar con el marroquí, al tener que abonar dos millones para la cesión y 500.000 euros de la ficha del jugador. Unas condiciones que sí entraban en los parámetros béticos y que provocaron que se diera el paso adelante para cerrar la operación.

Pasadas las diez de la noche, cuando en el Betis se iba al aeropuerto a recibir a Antony, la operación de Amrabat estaba muy encarrilada aunque a la espera de que todos los documentos estuvieran firmados. El golpe de efecto para el final del mercado ya estaba dado. Del regreso del brasileño, el gran deseo de la afición verdiblanca, a la llegada del marroquí, que cubría esa necesidad marcada por Pellegrini, que acabó el mercado con una sonrisa.