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FREDDIE MERCURY

Análisis armónico de «Bohemian Rhapsody», la disección musical de una obra maestra

Con motivo del aniversario del lanzamiento de «A Night at the Opera», encargamos un estudio de su single más celebrado a Luis Blanco, director de la Escuela de Música Jam Session, que imparte una Licenciatura en Rock

Freddie Mercury, durante la interpretación de «Bohemian Rhapsody» en el Live Aid ABC

Nacho Serrano

El 21 de noviembre de 1975 veía la luz en Gran Bretaña (en Estados Unidos lo haría un poco más tarde, el 2 de diciembre) «A Night at the Opera» de Queen , uno de los discos más aclamados de la carrera del grupo liderado por Freddie Mercury . Como todo el mundo sabe, en sus surcos había un single muy especial, que rompió moldes en la escena rockera de la época: «Bohemian Rhapsody» . Una canción que ha batido todos los records imaginables: fue nombrada por la British Phonographic Industry como el mejor sencillo británico del período 1952-1977, fue incluida en el Grammy Hall of Fame en 2004, y recientemente volvió a ser noticia el haber superado los mil millones de reproducciones en Youtube. Pero, ¿qué tiene de especial esta canción a nivel estrictamente musical? Para averiguarlo, encargamos un análisis armónico a Luis Blanco , director de la Escuela de Música Jam Session , que imparte una Licenciatura en Rock .

«Como su nombre indica, la Rapsodia se caracteriza por la unión de varios fragmentos musicales que a priori, no tienen relación entre sí , aunque acaben formando una pieza musical homogénea», explica el profesor. «El tema se inicia con una introducción en la tonalidad de Bb6 (Si bemol sexta), en la que Freddie entona sobre el patrón I-V7/V- V- I, es decir, Bb6-C7-F-Bb (tónica - dominante secundario del dominante tonal - dominante tonal - tónica) para proseguir con una variación pero empezando ahora desde la tónica menor VI-V7/IV-IV-II-V y resoverlo con un dibujo cromático alrededor de la tónica principal, que adelanta la fantasía que el tema cobrará en un futuro ».

Parte de la partitura de la canción ABC

Blanco señala que «una vez ubicado el oyente en una tonalidad y en un tempo, entramos en la estrofa del verso principal o parte A (el famoso susurro "mama") que trabaja sobre un patrón muy familiar para el oído, el célebre I-VI-II-V (Tónica-Subdominante-Dominante-Tónica) que repite dos veces para asentar bien la progresión en el oyente. Tras la exposición del tema, la parte álgida se produce utilizando una modulación hacia una tonalidad vecina , mediante el uso de lo que se conoce como acordes "Pivot" (acordes que pertenecen a dos tonalidades) desarrollando ahora esta parte B en Eb (Mi bemol) (donde lanza el grito "MAMA Uhhh") que se compone de un patrón I/V-V-II-V y cuyos acordes son casi los mismos que durante la exposición de A (a excepción de Fm que marca la diferencia), pero con funciones tonales totalmente distintas, y acabar resolviendo el climax mediante la interacción de un acorde de Intercambio Modal IV m (Abm) que rompe la estética diatónica».

La famosa canción avanza, y llega a un punto en el que, tal como observa Blanco, «el verso vuelve a repetirse por completo con una segunda estrofa (Too late ...) para seguir asentando tanto la exposición como el desarrollo en la mente del oyente , pero finalizando con un solo de guitarra que mediante modulaciones, nos introducirá en un nuevo fragmento evolutivo».

La parte C, opina Blanco, « sorprende con un aumento de velocidad y una nueva tonalidad de A (La) que prácticamente no comparte acordes con las anteriores (con la célebre letra de Scaramouche, Fandandgo, etc...) y que se caracteriza por pequeñas fantasías pianísticas y fragmentos operísticos que van modulando de nuevo hacia la tonalidad de Eb (tras Galileo Figaró Magnificó) que ya había aparecido en la parte B, e intercala las fantasías cromáticas que ya nos había adelantado en la introducción , para acabar desarrollando ésta parte C mediante continúas citas clásicas que finalizan en Bb como dominante ( For Meeeee...) anunciando que vamos a caer en la tónica de una nueva parte».

Por su parte, la parte D es la parte más rockera del tema , «con un riff clásico y una velocidad aún mayor que la anterior, donde se muestra a la banda con toda su fuerza en el clímax máximo del tema, ejerciendo la guitarra como hilo conductor tonal (a diferencia de las partes anteriores donde el papel conductor era el piano), para acaba modulando hacia una parte final en la que se desacelera a un tempo equivalente al de las estrofas iniciales», apunta el profesor.

Por último, Blanco explica que «la parte E en Eb es el final, una resolución de la exposición original pero con un patrón VI-III , (tónicos ambos) que se resuelve con la interacción del IVm (Abm) que ya apareció en la parte B, y que sirve para intercalar varios acordes de modulación hasta finalizar esta CODA en el acorde de F, que resulta ser el dominante de la tonalidad de la introducción. Un círculo perfecto».

En definitiva, podría concluirse que la Rapsodia Bohemia «es una fantasía de fragmentos compuesta por una introducción, una estrofa de exposición (A), un desarrollo (B), una reexposición (A2), un desarrollo prima (B2), una parte sinfónica (C), una parte rockera (D) y una CODA (E) que cierra la pieza haciendo de todos los fragmentos clásicos y rockeros, un ejemplo de excelente rapsodia moderna».

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