Suscríbete a
ABC Cultural

Goncourt algo polémico para Pascal Quignard

PARÍS. El más importante de los premios literarios franceses, el Goncourt, fue concedido ayer a Pascal Quignard, por los tres volúmenes de una trilogía que no es ni una novela, ni un ensayo, pero ha sido saludada por la crítica como una obra de muy primera importancia. Jorge Semprún rompió la disciplina del jurado declarando haber votado contra el ganador, por considerar que el premio estaba dado de antemano.

Novelista, poeta, musicólogo, erudito, ensayista, ex secretario del comité de Lectura de Gallimard, cofundador del festival de ópera y teatro barroco de Versalles, copresidente del Concierto de las Naciones (junto a Jordi Savall), autor de libros misteriosos y ensayos fulgurantes, Pascal Quignard había sido «presentido» como posible premio Goncourt, desde la aparición de los tres volúmenes de su trilogía «El último reino» («Las sombras errantes», «Sobre el antaño» y «Abismos»), hace unas semanas. Por una vez, la crítica ha saludado, unánime, una obra ambiciosa, muy por encima del resto de las doscientas novelas de la temporada.

Según confesión propia del Quignard, «El último reino» no es una novela ni un ensayo: es un volumen heteróclito donde se compilan textos narrativos, textos poéticos, textos más o menos ensayísticos, parábolas y reflexiones, sin una relación siempre palmaria, en la frontera de diversos géneros independientes.

Autor de una veintena larga de libros, antiguo secretario general del comité de lectura de Gallimard (uno de los puestos estratégicos de la edición francesa), musicólogo eminente, autor de misteriosos tratados sobre el erotismo, autor de novelas no menos misteriosas, retirado en una ciudad elegante de la más selecta periferia parisina, Quignard llevaba años cultivando el jardín público y secreto de una obra muy sólida, al margen de los grandes éxitos de ventas.

La trilogía que comienza con «Las sombras errantes» recibe un premio reputado por ser una fabulosa maquinaria de guerra comercial. Del último Goncourt se vendieron más de 500.000 ejemplares. En esta ocasión, el mismo premio se concede a una obra selectísima, pero minoritaria, hasta hoy. Ensalzado por la crítica, el Goncourt concedido a Quignard fue ayer criticado por un miembro del jurado, Jorge Semprún, novelista él mismo, y ex ministro español de cultura.

Rompiendo la discreción y disciplina tradicional de los miembros del jurado, Jorge Semprún se apresuró a declarar, ayer tarde, que había votado contra Quignard, por considerar que su obra se beneficiaba de una maniobra típicamente parisina, concedido el premio, en verdad, desde mucho antes de la reunión definitiva del jurado.

De Cortance, premio Renaudort

A la misma hora que el Goncourt también se fallaba el premio Renaudot, que fue concedido a Gerard de Cortanze, por su novela «Assam», un relato histórico que cuenta la verídica historia de Aventino Di Cortanze (un antepasado del autor), aristócrata rebelde, que se embarcó en un legendario viaje a la India, siguiendo la ruta del té. Novelista, poeta, crítico, Gerard de Cortanze ha publicado una veintena de libros, con un éxito muy irregular. Ejerce la crítica literaria en Le Figaro y conoce bien la literatura hispana.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación