18.000 aragoneses llevan en el paro desde hace más de dos años

Caer en la dramática lista del desempleo supone, en un buen número de casos, enfrentarse a ver pasar mes tras mes, incluso año tras año, sin encontrar un nuevo puesto de trabajo y sin ver la luz al final del túnel. La crisis que ha llevado a millones de españoles al paro, al no remitir, frena también la reactivación del empleo para dar nuevas oportunidades.

En Aragón, según las estadísticas oficiales recopiladas por ABC, de los 104.369 parados con que se cerró el mes pasado, más de 18.000 llevan en las listas del Inaem desde hace más de dos años . Y, de ellos, 10.000 están esperando un empleo desde hace más de tres años . Otros 18.700 aragoneses llevan en el paro desde hace entre uno y dos años. Y el resto, unos 36.000, fueron a parar a las listas del Inaem de un año a esta parte. De ellos, 31.400 en los últimos tres meses.

Es decir, en estos momentos el 20 por ciento de todos los desempleados que hay en Aragón llevan en el paro desde hace más de dos años. Y uno de cada diez, desde hace más de tres.

«Ahora, en octubre, haré un año en el paro y no me han llamado para ninguna oferta de empleo desde el Inaem en todo este tiempo», relata a ABC Esther M. A., de 41 años . «En este tiempo sólo he tenido una entrevista de trabajo que me llegó gracias a contactos personales» , explica. «El tiempo pasa y no se ve la luz, te pasas el día buscando ofertas, lanzando currículums a las pocas que encuentras a través de internet y a las que acuden en avalancha cientos de aspirantes en cuestión de unas horas desde que se publica la oferta» .

A la puerta de una oficina del Inaem, Raúl, de 39 años , afirma que «nunca pensé que podía estar parado tanto tiempo. Llevo más de un año. Me quedé sin trabajo a los 38 años y llevaba sin parar de trabajar desde que tenía 20» . Tiene una FP y luego obtuvo una diplomatura y una licenciatura universitarias. Ni su preparación académica ni su larga experiencia laboral le han permitido reincorporarse al mercado laboral hasta el momento. Faltan oportunidades. «Cada día que pasas el nerviosismo aumenta, afecta de lleno a mi estado de ánimo y eso se nota también en la familia» , explica.