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Nadal se pone serio
Con sol y calor, terminó con Muller sin problemas y se planta en cuartos del US Open

Juega Rafa Nadal al sol y cambia de tercio con el calor, mejorada su versión y convincente en su triunfo ante Gilles Muller en dos horas y 8 minutos. Como exige siempre su guión, se planta en cuartos y mira de reojo el calendario suplicando que no regresen las nubes, pues se avecina un maratón hasta la final, pendiente de fecha el desenlace por los reajustes del cuadro. En jueves se terminará la cuarta ronda del US Open , condenado a estirarse en su agenda porque la lluvia siempre asoma cuando hay torneo en Nueva York. [Narración y estadísticas]
Desde la exigencia florece lo mejor de Nadal, a quien el parón del miércoles le sentó como un tiro porque la pista, mojada y peligrosa, no estaba para jugar por mucho que se empeñara la organización en su afán recaudatorio. Él decidió que no seguía y se fue con 3-0 en contra, igual de irregular con su servicio que en las jornadas anteriores, perdido en un cuarto de hora de gotas y despistes. Hoy, preciso y concentrado, se puso serio y arrasó al luxemburgués desde el primer intercambio , extinguido el fuego y resuelto el primer parcial en el juego decisivo. El balear, después de una hora y cinco de batalla, se entona con su saque y rompe en el séptimo juego para igualar el duelo. Con ocho puntos seguidos, toma carrerilla y disfruta de un tie break sin fisuras. Set y casi partido.
Porque a partir de ahí se diluyó Muller, tenista en extinción que vive de su saque y poco más. Le pega duró a la bola, se beneficia de su condición de zurdo y apenas tiene movilidad, sin gloria y perdido en el puesto 68 de la ATP. Nadal, como un ciclón, le arrolló en una segunda manga casi perfecta en la que sólo tuvo un error no forzado y únicamente perdió diez puntos, muchísimo más equilibrado en su juego y por fin apretando los puños.
Tuvo un apagón en el inicio del tercer parcial, otra vez a regañadientes con su servicio en lo que supuso la undécima rotura que sufre en lo que va de torneo, pero se rehizo de inmediato y acabó con la moral de su oponente. Innegociable su patrón, al español le bastó con mantener fría su cabeza para desnivelar un pulso aparentemente peligroso.
Ahora, el español se medirá en cuartos al estadounidense Andy Roddick, que derrotó en cuatro sets a David Ferrer.
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