Muere un ladrón en Jaén tras matar a su víctima
Una mujer acuchillada y un hombre que seguidamente se precipita al vacío motivaron que la investigación policial sopesara al inicio la violencia de género como causa de las dos muertes ocurridas ayer en Jaén. Pero no. La joven muerta, Ángela Andrea García, de tan sólo 22 años, recibió al parecer varias puñaladas de un varón de 24, Raúl G. R., al que no conocía. Según todos los indicios, el agresor había entrado a robar en el piso de la víctima, situado a escasos metros del cuartel de la comandancia de la Guardia Civil, en pleno centro de la capital jiennense.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 6.30 de la madrugada. Vecinos alarmados por los ruidos de una pelea en el interior de una de las viviendas del bloque número 10 de la calle Sagrada Familia alertaron a la Policía. Al llegar los agentes, exigieron al individuo que abriera la puerta del piso. Al verse descubierto, el ladrón intentó descolgarse por los balcones del inmueble para tratar de escapar.
No lo consiguió y murió al precipitarse desde un quinto piso. Tenía antecedentes penales por robo con violencia y pretendió borrar las huellas del crimen tras acabar con la vida de la chica. Así lo sugieren tanto la bolsa encontrada con ropa ensangrentada de la joven y el cuchillo con el que se cometió el crimen como el intento de limpiar el cadáver, descubierto por la Policía cuando consiguió forzar la puerta del inmueble.
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