Lo que va de ayer a hoy

El fallo del Tribunal Constitucional desestima el recurso de 50 senadores del PP contra la Reforma de Ley Electoral de Castilla-La Mancha, aprobada por la mayoría socialista en las Cortes de San Gil. Y como es natural, el presidente José María Barreda , ante el fallo a favor de sus intereses políticos, exige al PP, con María Dolores de Cospedal a la cabeza, que pidan las correspondientes disculpas por el aluvión críticas que en su momento dejaron caer sobre la susodicha reforma.

Pero los cargos del PP, cuando se les inquiere sobre el tema, miran para otro lado. Vamos, que todo se olvida, que las protestas de ayer no existen, y que los perjuicios que entendía el PP significaba la nueva Ley Electoral, ahora les benefician por aquello de las encuestas a favor.

Cuando alguien se equivoca por insistir en llevar adelante una denuncia hasta las más altas instancias judiciales que más tarde no le dan la razón, lo que se espera es que reconozca el error y admita que el fallo del Constitucional pone las cosas en su sitio y no atisba el menor atropello en donde el PP adivinaba el destrozo de toda una apisonadora para su deseado triunfo electoral. Y termino con las palabras de María Dolores de Cospedal cuando aclara que «si obtenemos un buen resultado, esta ley electoral incluso nos puede beneficiar». Tanto estropicio en el pasado para comentar ahora que lo que era muy malo para el PP puede transformarse en satisfactorio.