Primeras voces críticas contra la reforma de la Playa de Palma
Residentes de la zona se oponen al derribo de casi un centenar de viviendas para construir un bulevar
Hace ahora un mes, el pasado 23 de julio, el presidente del Gobierno balear, el socialista Francesc Antich, y los principales líderes políticos del Archipiélago firmaban un acuerdo de apoyo al proyecto de remodelación de la Playa de Palma, que prevé la recuperación de una de las principales zonas turísticas de Mallorca y de las Islas con una inversión cercana a los 4.000 millones de euros a lo largo de los próximos diez años.
Dicho acuerdo fue suscrito, además de por Antich, por el presidente del PP balear, José Ramón Bauzá; el portavoz del Bloc, Gabriel Barceló; el presidente de UM, Josep Melià, y la representante de Eivissa pel Canvi (Ibiza por el Cambio), Esperança Marí.
Apenas unos pocos días después, el 27 de julio, el Parlamento regional aprobaba por unanimidad la llamada Ley de Medidas para la Revalorización Integral de la Playa de Palma. Con esta ley, el llamado Consorcio de la Playa de Palma, integrado por distintas instituciones, podrá emprender el citado proyecto de reforma. El actual consenso político existente en torno a este proyecto no resulta ser tal, sin embargo, cuando se habla con los residentes y comerciantes de la zona, algunos de los cuales han presentado ya sus primeras objeciones a varias de las actuaciones urbanísticas previstas.
El llamado Plan de Acción Integral de la Playa de Palma afecta a los municipios de Palma de Mallorca y de Llucmajor, y prevé la supresión de entre un 40 y un 60 por cien de las 43.000 plazas hoteleras existentes en la zona en la actualidad, así como la creación de zonas verdes y de nuevos equipamientos, y la rehabilitación o el derribo de diversos edificios. Es precisamente este último punto el que está empezando a ser cada vez más cuestionado, debido a que en la zona de Can Pastilla está previsto inicialmente el derribo de hasta 91 viviendas, previa expropiación, actuación que se llevaría a cabo para poder crear un bulevar y un aparcamiento subterráneo.
Los vecinos afectados por esas posibles demoliciones ya mantuvieron la pasada semana una reunión con representantes del Partido Socialista de Mallorca (PSM), que forma parte del Bloc, y está previsto que mañana martes se reúnan con dirigentes del PP de Palma y que en días sucesivos lo hagan con el resto de partidos políticos, con el propósito de expresarles a todos ellos su radical oposición al posible derribo de sus hogares, que consideran del todo injustificado.
Entre las viviendas que podrían desaparecer si finalmente se construyera el mencionado bulevar, se encuentran desde casas de una sola planta que tienen casi un siglo hasta pisos construidos hace apenas tres años. Tanto el PSM como el PP han expresado ya su deseo de que dichos residentes sean escuchados y de que se modifique el proyecto originario en los puntos en que pueda causarles algún perjuicio.
Exposición pública
Por su parte, la comisaria del Consorcio de la Playa de Palma, la socialista Margarita Nájera, recordaba el pasado fin de semana a diversos medios locales que este proyecto se encuentra aún en fase de exposición pública, lo que significa que todavía podría experimentar algunos cambios. Nájera añadió que, en cualquier caso, se mantendrá un contacto directo y constante con los vecinos.
Las primeras actuaciones en el marco del citado plan deberían de llevarse a cabo, en principio, a partir del próximo mes de septiembre, e incluirían las zonas de Can Pastilla, Las Maravillas y el núcleo urbano de El Arenal en Llucmajor.
Los hoteleros de la zona, por su parte, piden una mayor concreción sobre el desarrollo global de todo el proyecto de reforma de la Playa de Palma, ya que en estos momentos aún se desconoce, por ejemplo, cómo podrá ser financiada en su totalidad dicha iniciativa, y además no están tampoco perfilados aún el trazado del tranvía que atravesará la zona.
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