Caen los estranguladores de chinas de Cobo Calleja

Cinco de los seis encartados por los atracos (tres marroquíes, un argelino y un palestino, además de un cuarto marroquí que ha quedado en libertad con cargos) están ya en prisión. Asimismo, hay otro magrebí y dos españoles imputados por receptación.

La investigación Lejano Oriente arrancó a partir del primero caso, el pasado 3 de marzo. La banda utilizaba siempre el mismo «modus operandi»: vivían en Madrid, se desplazaban al polígono de Fuenlabrada, donde es mayoritaria la presencia de empresas asiáticas. Localizaban a una mujer china que saliera de uno de los negocios y subiera en un coche de alta gama. Presuponían que portaban la recaudación del día.

Luego, la seguían, hasta que llegaba a la puerta de su casa, donde, tras aparcar en la calle, las abordaban por la espalda y le apretaban el cuello con el antebrazo, hasta en algún caso hacerle perder la conciencia. Se apoderaban de todo lo que portaba en el bolso de dinero y sus pertenencias, como la documentación y los teléfonos móviles. Estos últimos los vendían luego a los acusados de receptación.

Así actuaron también en la misma urbanización de alto poder adquisitivo conocida como El Señorío de Illescas, el 30 de marzo.

La tercera víctima vive en Paracuellos del Jarama y fue asaltada el 17 de abril. Esta mujer no trabajaba en Cobo Calleja, pero sí fue captada en el polígono. En ese caso, fueron pillados tres de los encartados. Hay detenidos en las zonas de la plaza de Castilla, Méndez Álvaro y Paracuellos. En total, se apoderaron de 8.000 euros en efectivo.

Una de las características de esta banda árabe es la violencia que utilizaban (ver vídeo) y la corpulencia de uno de ellos, que mide 1,98 metros, informaron fuentes de la investigación. Sus iniciales son: S. S., de 37 años; S. B. M., de 31; O. B. L., de 35, y M. L., todos ellos marroquíes. El argelino es J. T., de 37 años, y el palestino es H. K., de 30. Todos tienen antecedentes por causas contra el patrimonio. Se les acusa de pertenencia a grupo criminal y tres delitos de robo con violencia e intimidación.

La investigación sigue abierta porque se sospecha que puede haber más afectados entre la comunidad china.