Preacuerdo con el comité de empresa del Palau de les Arts: de 117 despidos a 40

Tras una larga y dura reunión –que fuentes del comité han definido a este periódico como un «infierno»-, ambas partes han acercado posturas. El preacuerdo establece en primer lugar que el ERE afectará tan solo a 40 trabajadores, cuando la idea original era despedir a 117. Además, se ha convenido una bolsa de compensación de cuarenta días por año trabajado; condiciones muy favorables que permitirán que el grueso de los despidos correspondan a bajas voluntarias, reduciendo las forzosas al mínimo.

Con respecto a los trabajadores que permanezcan en el Palau de les Arts, los abogados de la Generalitat han planteado al comité dos alternativas. La primera es la modificación de los actuales contratos, de fijos a fijos discontinuos. Esto supondría que durante los empleados no trabajarían durante los tres meses en los que el teatro cerrará sus puertas –del 15 de junio al 15 de septiembre-. Uno de esos meses corresponderá a las vacaciones, y los otros dos cobrarían la prestación por desempleo.

La segunda alternativa implica la continuidad de los contratos, pero también suponen una rebaja salarial equivalente a dos mensualidades (las dos pagas extras). La diferencia es que en este caso se recortarían 300 horas anuales (de un total de 1.780).

El comité de empresa ha solicitado durante la negociación que estas medidas se apliquen a todo el personal y también al cargo más alto, el de la intendente del teatro, Helga Schmidt, han apuntado desde la representación laboral. De esta forma, el ahorro estimado llegaría a los 4 millones de euros, la misma cantidad que se preveía con el despido de entre 117 y 120 personas que se había planteado en un principio, pero a través de un proceso con muchas menos extinciones de contrato.

La decisión de no integrar al Palau de les Arts en el holding cultural ha sido clave para que ambas partes avanzaran en sus conversaciones. Según fuentes del comité de empresa, «la pertenencia a Culturarts no nos garantizaba estabilidad en el empleo ni a medio ni a largo plazo, porque era cuestión de tiempo que se nos obligara a defender nuestra plaza mediante un concurso oposición, que no se nos fue exigido cuando fuimos contratados iniciamente por el Palau de les Arts».