BARCELONA AL DÍA
El disfraz de Fantomas
El paisaje que está dejando este FantoMas no lo hubiera mejorado el señor Bono ni lo arregla ya Louis de Funès, con unos dándose banderazos contra otros en la calle
Tal vez alguien recuerde aún aquel personaje llamado Fantomas, un supervillano contra el que luchaba en las peliculas aquel gendarme gruñón que interpretaba Louis de Funès. Entre las habilidades de Fantomas, la más sorprendente era lo bien que se disfrazaba: cualquier personaje, incluido el propio Funès, podía ser sólo una máscara del villano, quien, ante el estupor de la audiencia, se desollaba la falsa cara tirando de ella desde el cuello hacía arriba y aparecía esa jeta verdosa de látex que escondía la auténtica identidad de Fantomas: una máscara tapaba otra máscara.
Un tipo capaz de llevar varias máscaras a un tiempo no tendría hoy la menor importancia, pues ya se sabe que vivimos en un mundo en el que se aprovecha el Carnaval para quitarse la careta. Y viene todo esto de Fantomas como el gran momento broma del pleno de ayer, de trascendencia nacional e interplanetaria, en el que uno se podía imaginar al señor Artur Mas quitándose ante todos su falsa cara de Artur Mas y que apareciera ante el estupor general ¡José Bono!..., y digo José Bono por su conocido alipori a todo aquello que atente a su Ejpaña. El paisaje que está dejando este FantoMas no lo hubiera mejorado el señor Bono ni lo arregla ya Louis de Funès, con unos dándose banderazos contra otros en la calle, con Convergencia a gorrazos contra Unió, y viceversa, con el PSC con la misma grieta que divide a un pueblo de Tarragona, con la vieja idea de una Cataluña próspera absolutamente devastada por la ruina y la indiferencia de sus políticos y con el señor Oriol Junqueras zampándose en plena bulimia nocturna todos los restos de la cena en lo que se prevé una segura indigestión y una inminente vomitona.
En fin, que vivimos en un intrigante ambiente de película, con Duran i Lleida «missing» como Jack Lemmon en Chile, con Javier De la Rosa con cara de haberse encontrado la cabeza de un caballo entre las sábanas y con los cuatro hijos de Pujol como los de Katie Elder, a caballo por el pueblo. Y el broche Billy Wilder en la poética frase de David Fernández, el del CUP, de que «se han hecho las cosas con el culo»... Será, más bien, con la careta de FantoMas.
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