La página que no ve José Miguel Pérez

Lo sorprendente es que en el informe, concretamente en la página 21 de la Sección 2 , «Objetivo y justificación», aparece una relación exhaustiva de los participantes en el estudio, encabezados por el director del proyecto, Ricardo Génova , y la jefa del proyecto, Celia Tesoro , que son a su vez quienes aparecen incluso rubricando las pimeras páginas del texto.

Pero no solo de ellos se ofrece el nombre completo, el DNI o pasaporte (algunos de los firmantes son expecialistas extranjeros), la titulación y la responsabilidad que han tenido en el trabajo, sino del equipo «participante principal». Además, se incluye el origen académico de cada uno de ellos y cabe destacar la circunstancia de que al menos seis de los técnicos comparten con José Miguel Pérez la pertenencia a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria , la misma casa de estudios donde, escasos minutos antes de lanzar esta acusación, había estado el consejero socialista inaugurando el nuevo curso universitario.

«En ningún caso» se identifica a los autores del trabajo, dijo con rotundidad José Miguel Pérez el jueves. «Entendemos que, ni siquiera desde el punto de vista administrativo esto se cumple», afirmó con soltura. Es cierto que en repetidas ocasiones hizo mención a lo extenso del estudio, al señalar que son «más de mil páginas», de lo que cabe deducir que la página que reproducimos por encima de esta información todavía no había sido leída por el consejero .

Esta polémica ya había estallado tres días antes, con cruces de acusaciones entre el Gobierno de Canarias y Repsol, que la empresa energética solventó citando el mencionado apartado del informe. La petrolera considera que « ningún documento de este tipo ha sido tan completo y tan publicitado en Canarias , precisamente para fomentar la participación ciudadana durante el proceso de evaluación ambiental».

La compañía energética, que se encargará, junto a otros dos socios, de llevar a cabo las prospecciones, ha afirmado, frente a lo argumentado por el gobierno canario, que «es totalmente falso que la documentación remitida carezca de un proyecto técnico» y ha recalcado que «el estudio de impacto ambiental acompaña a los informes de implantación de los sondeos, que son los documentos técnicos que se han sometido a la aprobación del Ministerio de Industria».

Consecuentemente, el propio estudio de impacto ambiental contiene una descripción completa a efectos de evaluación ambiental de los trabajos allí contenidos. Por ello, Repsol estima que la información sometida a exposición pública incluye «todos los elementos necesarios» para su evaluación y entiende que «el proceso público da la oportunidad de solicitar información adicional mediante la presentación de alegaciones a todos aquellos que lo crean necesario, incluidos los organismos previamente consultados por el Ministerio de Medio Ambiente para la definición del alcance» del estudio.