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LLUVIA ÁCIDA

FRASE ROBADA

David Gistau

LAS extensiones públicas, más allá de la cancha, del futbolista de fama universal están perfectamente definidas por la costumbre: son la publicidad y la compasión, las maquinillas de afeitar y los niños enfermos. Nada que afecte a una noción transversal del mundo entendido en su ... conjunto como público de pago al que hay que ofender lo menos posible: como mucho, ganándole algún que otro derbi. Por lo demás, y salvo excepciones, el futbolista acostumbra a estar aislado. Por el tipo de barrio en el que elige vivir, que lo preserva hasta de la posibilidad de escuchar una copla en un patio interior. Sobre todo, por esa prolongación infantil, como de adulto postergado, en la que su entorno lo mantiene encerrado para que no interfiera nada que lo distraiga de su habilidad. Así, es impensable que al futbolista se le permita expresar en público opiniones políticas. Porque arruinará posibilidades comerciales, sobre todo si expresa un antagonismo con el ambiente dominante del equipo en el que juega.

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