El PSOE da marcha atrás y estudia retirar la reprobación de Sáenz de Santamaría

Desde Ferraz se corroboraba la decisión de «aparcar» por el momento la interpelación a la vicepresidenta. La interpelación ya fue aplazada la semana pasada pero la dirección socialista siempre se mantuvo firme en que seguiría adelante con la reprobación. Pero el propio Sánchez dio a entender que se trataba de un mero aplazamiento. «La democracia debe seguir funcionando, y el Gobierno debe rendir cuentas ante hechos (las cargas policiales el 1-O) que han debilitado la imagen internacional del conjunto del país».

El proceso iba a comenzar este miércoles en el Pleno del Congreso con una interpelación urgente «sobre las instrucciones que, como coordinadora del Gobierno, ordenó transmitir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que dieron lugar a las cargas policiales producidas el pasado 1 de octubre en Cataluña, que dejaron un balance de centenares de heridos». La cuestión había despertado las críticas de dirigentes históricos y había provocado recelos en el grupo parlamentario. Se quejaban especialmente de la falta de comunicación a la hora de tomar una decisión tan sensible. La medida tampoco se debtió en una Ejecutiva. La dirección, sin querer hablar de rectificación, optará por no quebrar en este momento la imagen de unidad ante el desafío de Puigdemont después de que dentro y fuera de su partido se alzaran distintas voces que pedían la marcha atrás en una iniciativa sobre la que siempre vieron grandes dosis de improvisación.