Ciudadanos confía en atraer al PSC al frente constitucionalista 

Una de esas certezas es que Ciudadanos incrementará notablemente su representación desde los nueve escaños actuales . Hasta la pasada semana la candidatura de Inés Arrimadas navegaba con seguridad en el espacio de los contrarios a la independencia. Con Alicia Sánchez-Camacho de salida pero sin sustituto y con Unió lamiéndose todavía las heridas de la fractura con Convergència, C’s asentaba ante la erosión de los dos partidos de los que más voto venía captando.

Pero el nombramiento de Xavier García Albiol como candidato del PP y la mayor presencia de Ramon Espadaler como candidato de Unió han reabierto la batalla en ese caladero de voto. Tanto Albiol como Espadaler no han obviado la confrontación con Ciudadanos, una batalla que desde la formación naranja parecen no querer jugar. El número dos de su lista, el diputado Carlos Carrizosa, asegura que parece que el único objetivo de Albiol es «minimizar» la pérdida del PP y que «parece que su único objetivo es parar a Ciudadanos» con vistas a las elecciones generales.

Una batalla que ha servido a UDC para criticar a los dos partidos por «maltratar» Cataluña y utilizarlo como campo de batalla. Espadaler ha descartado cualquier pacto con el «frente constitucionalista» en el que se incluyan PP y Ciudadanos ya que, asegura, estas formaciones chocan su ADN «profundamente catalán».

En Ciudadanos parece que no están por la labor de entrar por el momento en ese intercambio de golpes. « Para nosotros no hay batalla con electores que tienen rechazo a la lista única . Nosotros estamos fijados en ganarles a ellos». Su estrategia de campaña se centrará en presentar un proyecto para Cataluña más allá del debate separatista. «Nuestra marca por sí sola ya dice que somos el partido que ha hecho la oposición más contundente al nacionalismo».

Creen desde Ciudadanos que, al contrario que otros partidos, ellos no tienen que explicar su posición sobre el proceso porque «ya está muy clara», en referencia al PSC. Y estiman que de la lista única les diferencia poder presentar un modelo económico y social «coherente» frente a una candidatura que es «una amalgama sin proyecto» .

La construcción de una mayoría alternativa sigue siendo su único objetivo en lo tocante al proceso. Carrizosa vuelve a tender la mano al PSC, aunque a raíz del caso de Casteldefells –adherida a la AMIcon los votos socialistas– asegura que «su discurso no es claro, y en eso se equivocan», aunque reitera que tras las elecciones, llegado el caso, esperan que sepan de que lado estar. Esta es una oferta que Albert Rivera ya planteó en persona en sus encuentros privados con Pedro Sánchez y Mariano Rajoy. «Nuestra vocación centrista está clara. Somos capaces de sentarnos con el PP y el PSC».

Desde el partido apuntan también que perciben que su tendencia sigue siendo «creciente» y que Arrimadas es una candidata «cada vez más conocida y respetada», aunque cree que es responsable «llamar a la cautela», no dar nada por conseguido, y tratar de movilizar a ese electorado que se queda en casa en las autonómicas pero sí vota en las generales. «Puede ser decisivo» , aseguran.

La campaña de los otros partidos se está centrando en que Rivera se ha ido de Cataluña, pero desde Ciudadanos contraponen estas afirmaciones y creen que el presidente del partido y su candidata a la Generalitat son dos caras de una misma moneda. «Para nosotros el problema catalán se arregla con unos buenos resultados el 27S, pero la puntilla al proceso independentista debe ser que Rivera llegue a la Moncloa ».

Aunque Rivera y parte de la dirección llevan un año compaginando sus tareas en Cataluña con la construcción del partido en el resto de España, hasta pasadas las elecciones catalanas el partido al completo se volcará en estos comicios. Para ello se diseña una campaña con una presencia masiva de Rivera. Compartirá actos con Arrimadas pero también podrían dividir esfuerzos y tener actos por separado, algo que Sánchez y Rajoy no pueden hacer en Cataluña.