El PSOE asume tras el batacazo que tiene un problema en las grandes ciudades

No solo porque el resultado global municipal en toda España sea el peor desde los primeros ayuntamientos democráticos (1979), un 25,02%. Resultados como los de la capital, Madrid, donde Antonio Miguel Carmona quedó tercero con un escuálido 15,3%; o Barcelona, cuya alcaldía ostentó ininterrumpidamente el PSC desde 1979 hasta 2011, y ahora no ha pasado del quinto puesto (Jaume Collboni baja de 11 concejales a 4); o Valencia, con un Joan Calabuig que quedó en cuarta posición, fueron ayer objeto de análisis muy crítico en la reunión de la Ejecutiva Federal. Muchas intervenciones hicieron hincapié en el peligro de que esos resultados «cristalicen» e impidan un despegue del PSOE en las elecciones generales de noviembre.

En la rueda de prensa posterior, el secretario de Organización, César Luena, dijo que «hay que estudiarlo» y habló de causas «complejas», entre las que no están solo la idoneidad de los candidatos, sino la potencia de las mareas ciudadanas y otras. La Ejecutiva ha encargado a Luena un análisis de la situación y se compromete a elaborar un plan de actuación «ya» para revertir un resultado «muy mejorable».

El PSOE perdió el domingo casi 700.000 votos respecto a los comicios de 2011, en un escenario aquel con un partido absolutamente en declive y a solo unos meses de abandonar el poder José Luis Rodríguez Zapatero. No obstante, el «número dos» del partido dijo a los periodistas que buena parte de ese voto es recuperable. La Dirección que encabeza Pedro Sánchez tiene la teoría de que los votos que han aupado a Manuela Carmena en Madrid, a Ada Colau en Galicia, a Joan Ribó en Valencia o a los candidatos de las «mareas» gallegas en Coruña y Santiago «no es voto de Podemos»; por más que los de Pablo Iglesias ahora intenten apropiarse del triunfo.

Luena niega que, por ejemplo, en Madrid, el aparato federal haya dejado solo a Carmona para volcarse en el candidato autonómico, Ángel Gabilondo, como llegó a denunciar el propio Carmona. Ahora, los esfuerzos van a estar concentrados en sacar adelante los gobiernos municipales con Podemos y con otras formaciones, como Ciudadanos, que van a ser sondeadas esta semana por Pedro Sánchez.

La presidenta andaluza en funciones, Susana Díaz, que presume de que el PSOE ha sido el más votado en Huelva y que va a gobernar otras tres capitales -Sevilla, Córdoba y Jaén- con pactos, puso ayer el dedo en la llaga del tremendo «agujero»electoral. Manifestó que ella aspira a que su partido en toda España «empiece a recuperar parte de un electorado que en estos momentos se encuentra en otras fuerzas políticas, pero nosotros somos la alternativa de gobierno al PP en la que los ciudadanos deben encontrar el cauce en el que identificarse». Y la exministra Carme Chacón, sin dar nombres, señaló a su entrada a la reunión en Ferraz que «por supuesto» debe haber cambios en el PSC para acabar con situaciones como la producida en Barcelona.

Sin pactos, el PSOE solo tiene asegurada Soria (mayoría absoluta) y Huelva, Mérida, Segovia, Tarragona y Lérida. Para hacerse con Vigo y Valladolid necesitará acordar. En total, el PSOE y las listas avaladas por Podemos y otras formaciones de izquierda tienen en sus manos gobernar 26 de las 50 grandes capitales. No es mal dato. El problema es que, en los grandes núcleos urbanos, la caída ha sido tan grande que ha aumentado la brecha global respecto al PP (medio millón de votos) y abre una incógnita respecto a qué hará ese voto en generales. Si irá al PSOE o a Podemos. No obstante, la situación local del PSOE es muy desigual: mientras hay zonas en las que practicamente ha desaparecido, en otras es hegemónica, como ha ocurrido en la provincia de Jaén donde es el único partido que tiene concejales en sus 97 municipios. Por eso, Luena habló ayer de causas complejas y de que la recuperación del PSOE está siendo «gradual»; porque los socialistas van a tardar tiempo en recuperar Madrid o Barcelona, o Valencia.

Consciente de la enorme dificultad de unos pactos a múltiples bandas, tanto en autonomías como en ayuntamientos, el secretario de Organización del PSOE dijo que su partido afronta los pactos con «humildad» y que los principios van a ser «limpieza, empleo y honestidad». Antes del 13 de junio, cuando se consttituyen los consistorios, el posible pacto con Podemos y Ciudadanos tiene que estar resuelto, ya que, si no, el Partido Popular se beneficiará al ser sus listas las más votadas.