Los familiares de los inmigrantes desaparecidos en la costa de Almería, «destrozados»

De lo que sí hay mejores noticias es del estado de salud de los 29 rescatados. De las seis subsaharianas embarazadas que fueron atendidas por efectivos de Cruz Roja en el puerto de Almería y que, posteriormente, fueron trasladadas al Hospital Torrecárdenas, cuatro ya se encuentran en planta.

En la Unidad de Cuidados Intensivos permanece otra de ellas, que padece hipotermia, al igual que su bebé que está ingresado en la UCI Pediátrica, y la sexta fue dada de alta tras recuperarse del cuadro de ansiedad que presentaba al ser testigo de la pérdida de siete bebés y alrededor de una veintena de compatriotas durante la travesía. El resto de los atendidos fueron dados de alta con el paso de las horas. Aun falta por determinar la edad de uno de ellos, que declaró a un voluntario de Cruz Roja que tenía 16 años.

Al operativo de búsqueda inicial se sumaron durante la mañana de este sábado otros cinco equipos de la Armada y la Guardia Civil. La patera era buscada desde el pasado jueves por la noche , cuando una cooperante de la ONG «Caminando Fronteras» alertó a Salvamento Marítimo de que una embarcación repleta de ciudadanos subsaharianos había partido de la costa marroquí y se encontraba en dificultades al haberse quedado sin gasolina. Al parecer, llevaba 48 horas a la deriva. Según indicó Helena Maleno, los ocupantes en la última conversación mantenida con familiares esa mañana indicaron que veían la costa y una zona de acantilados. Desde entonces nada más se sabía de ellos, hasta que en la mañana del viernes un buque mercante la avistara e informara de sus coordenadas a Salvamento Marítimo.

Lo que continúa siendo una incógnita es tanto el paradero de los naufragados como el número de ellos. Al respecto, la delegada de Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, señaló que está «contactando con las autoridades marroquíes» a fin de contar con «alguna información» para la localización de las personas desaparecidas, entre ellas siete bebés.

Maleno detalló que los familiares de los desaparecidos se encuentran «destrozados». La incertidumbre se ha apoderado de ellos y están viviendo estas trágicas horas con «dolor y tristeza». Además, comentó que «no es una decisión arbitraria» e hizo hincapié en el «riesgo que asumen estas personas y que, en esta ocasión, les ha costado la vida. Aquí viven también determinadas situaciones que tarde o temprano también les puede costar la vida», añadió al tratar de explicar qué motivos mueven un viaje en patera.

Una vez más la arriesgada apuesta por encontrar la prosperidad se ha teñido de luto, si bien en esta ocasión el dolor dado que entre los desaparecidos figuran siete bebés, a los que sus madres no pudieron socorrer cuando la embarcación zozobró.