Las «perlas» de Pedro Sánchez

«Haré que las víctimas del terrorismo machista sean también reconocidas con funerales de Estado con la presencia del presidente del Gobierno» dijo el jueves. Improvisó la propuesta durante un acto informativo. Después la revisó: «No me expresé bien, lo que quise decir es que (la violencia machista) es una cuestión de Estado», precisó el viernes

Esta semana, apostó por que Sus Señorías tengan «dedicación absoluta» al Parlamento y no solo en los ratos libres. Ya está registrado como propuesta en el Congreso, en la que se pide vigilar los «falseamientos» de diputados y senadores en sus declaraciones de bienes y actividades. Desde el PP se le recriminó que ponga en duda el trabajo que se hace en las Cámaras

En el PSC se quedaron estupefactos al escuchar a Pedro Sánchez en el congreso de julio que le ratificó como secretario general un llamamiento «a desterrar de nuestro vocabulario palabras como crisis, desigualdad, violencia de género, independentismo...». El mismo tuvo que precisar que no quiso vincular el independentismo a ninguna expresión de violencia.

Lo dijo en junio, en plena campaña de recogida de avales y con Eduardo Madina como rival, que aprovechó esa afirmación –puede que calculada, aunque luego rectificada– de Pedro Sánchez para ponerle en más de un aprieto. En aquel momento, el entonces aspirante a dirigir el PSOE también pidió un «trato fiscal especial para Cataluña».

El programa de Tele 5 es «un referente social» y volvería a telefonearles en directo «mil veces». Es la defensa que mantiene Sánchez transcurridas semanas de la polémica llamada a televisión, en la que espontáneamente se comprometió a cumplir lo que le requería el presentador –medidas para acabar con el maltrato animal– que minutos antes había anunciado que retiraba el voto al PSOE.

El único asiento de España en la próxima Comisión Europea está en riesgo. La negativa de Pedro Sánchez a apoyar para ese cargo al exministro Arias Cañete le alinea con las posiciones de los populismos extremistas y tiene en el aire el nombramiento de otro comisario, el exministro socialista francés Pierre Moscovici, que requiere a su vez el respaldo del bloque «popular».

Pedro Sánchez estreno su mandato rompiendo el acuerdo alcanzado entre socialistas y conservadores en Bruselas para elegir presidente de la Comisión Europea al luxemburgués. Los conservadores ya habían cumplido aupando al socialista Martin Schulz al máximo puesto de la Eurocámara. Hasta dentro del PSOE creen que la decisión «pasará factura», como pasó con la retirada de las tropas de Irak en 2004 que ordenó Zapatero

Un clásico entre las promesa del PSOE . Sánchez lo enunció en el congreso que le consagró, y añadió en voz alta «sabía que en este capítulo iba a tener aplausos». Y se rió.

«Podríamos abrir un debate sobre los privilegios que hay que eliminar de la monarquía del siglo XXI y desde luego uno de ellos es inexcusablemente acabar con el principio de inviolabilidad del Rey».