Las anécdotas del Congreso del PSOE
«No sé quién es Pedro Sánchez, lo siento»
El «merchandising» socialista, las pancartas y algunos de los visitantes han dado las primeras notas de color a la cita socialista
SARA MONTERO
«No sé quién es Pedro Sánchez, lo siento», asegura un turista japonés que observa desconcertado el revuelo que se ha formado en la puerta del Hotel Auditórium a la llegada del secretario general electo . Es de los pocos visitantes que no conoce al ... nuevo líder del PSOE. El diputado madrileño había entrado minutos antes en la enorme recepción del hotel abriéndose paso entre la militancia entusiasmada y saludando con dos besos a todo aquel que salía a su paso. Una imagen que resume el fulgurante ascenso de popularidad del que hace tres meses era un diputado madrileño casi desconocido.
«Me parece estupendo Pedro Sánchez, tiene que ser el que nos permita recuperar los votos», afirma con convicción una delegada madrileña que charla junto a otros tres representantes en el Congreso. Es el sentimiento general entre los 1.036 delegados que han venido hasta Madrid para ratificar al nuevo secretario general. «Yo no tengo invitación, pero soy militante y he venido como conductor porque quería ver el Congreso», afirma otro señor que espera tranquilo en un sillón de la recepción a que termine la larga cita socialista.
Sin embargo, no todos los visitantes parecen tan entusiastas. En las primeras horas, a la entrada del Hotel un hombre portaba una pancarta en la que se preguntaba si «al ‘laico y republicano’ PSOE, ¿lo reharán con suplentes’?», mientras algunos militantes le miraban con expectación. Las asociaciones sociales también quisieron estar presentes en el Congreso. Una bandera multicolor destacaba entre los trajes de chaqueta, ondeada por un grupo de militantes que se habían acercado a conocer al nuevo secretario general.
Ante los centenares de socialistas que se pasean por el hotel, algunos han aprovechado para repartir algunos panfletos o recolectar socios. Es el caso de la ONG Alianza por la Solidaridad , una organización vinculada al PSOE cuyos jóvenes trabajadores se situaban en uno de los espacios más céntricos del edificio para recoger algunos afiliados. «Hemos hecho un par de socios cada uno», comentaba uno de ellos al ser preguntado por el altruismo de los socialistas. Los particulares también han aprovechado para «hacer su agosto». Entre los asistentes culebreaba un hombre repartiendo publicidad sobre un libro inspirado en Hobbes , que nada tenía que ver con el Congreso. El propio partido socialista ha instalado una tienda con los «souvenirs» del congreso.
Los discursos de los dirigentes también han dejado anécdotas, especialmente, el del secretario general saliente, Alfredo Pérez Rubalcaba. Antes de comenzar con los agradecimientos, advirtió a sus compañeros con un poco de humor: «Os veo con hipoglucemia y con un kilo menos. No os hagáis ilusiones que eso se recupera con un vaso de agua», comentó con una sonrisa el veterano dirigente. Minutos antes de subir al escenario a pronunciar su discurso ya había avisado del calor de la sala, comparándola con «una sauna».
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