La Audiencia Nacional rechaza el recurso de Kalashov, que seguirá en primer grado

Kalashov está considerado como el preso más peligroso que hay en nuestro país y desde que ingresó en prisión en mayo de 2006, tras ser detenido en Dubai en la segunda fase de la «operación Avispa» contra la mafia rusa, ha estado calificado en primer grado. Aun así, y a pesar de que se trata de internos muy vigilados, en 2010 un funcionario de la cárcel de Alcalá le intervino un reloj-teléfono en su celda . Además, se investigó un supuesto intento de compra de un trabajador de prisiones.

Su abogado pedía en su recurso que se le progresara de grado, después de que el 14 de abril la junta de tratamiento de la cárcel de Zuera (Zaragoza), donde ahora cumple condena, decidiera mantenerle en primer grado. La juez de Vigilancia Penitenciaria, en su auto, rechaza la pretensión de Gómez de Liaño de realizar nuevas diligencias , una de ellas relacionada con una información publicada por ABC el pasado 29 de abril en la que se señalaba que Kalashov había tutelado desde la prisión de Teixeiro una reunión de capos de la mafia rusa celebrada en Atenas para decidir la sucesión de Aslan Ussoyan, «Ded Hassan», asesinado poco antes. En aquella cita el interno de fue la persona elegida como sucesor , según distintos servicios policiales.

Pues bien, la juez considera que no tiene sentido hacer diligencias sobre esas informaciones, sobre todo porque se publicaron después de que la Junta de Tratamiento de Zuera hubiera adoptado la resolución que se recurre, por lo que «resulta evidente que no pudieron constituir elemento o dato alguno valorado» por la misma. Asimismo, la magistrada no acierta a «comprender la relación o trascendencia que podría tener la relación de visitas (a Zakhar Kalashov) que se interesan y que tampoco explicita el recurso». Pero es que además parece lógico que si el letrado quiere saber quién va a ver a su cliente simplemente se lo pregunte .

Para la juez, justifica la calificación en primer grado la «extrema peligrosidad (de Kalashov) por pertenencia a organización delictiva , mientras no muestre signos inequívocos de haberse sustraído a la disciplina interna de dicha organización», aunque reconoce «la conducta normalizada del interno », que le ha hecho merecer un régimen de vida «asimilable en numerosos aspectos al régimen ordinario de segundo grado».

Eso sí, « subsisten los motivos y variables que llevaron a la clasificación en primer grado , pues la Junta de Tratamiento consigna como factores de inadaptación la actitud negativa del interno al cambio conductual, la falta de resistencia a estímulos criminógenos y un pronóstico de reincidencia muy elevado». Además, no constan signos inequívocos de haberse sustraído a la disciplina de la organización delictiva (...) ni la ruptura de los vínculos con la misma y, por el contrario, se consigna expresamente la actitud negativa al cambio y, por tanto, al rechazo al delito y la reparación del daño ».