terrorismo
Otros doce etarras (y una grapo), en lista de espera
El fiscal avala la excarcelación de los trece terroristas, entre quienes figuran los sanguinarios pistoleros «Kubati», asesino de «Yoyes», y Zabarte Jainaga
j. p.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se reune mañana viernes para estudiar la excarcelación de otros doce miembros de ETA y una terrorista de los Grapo , solicitada por la Fiscalía tras la decisión del Tribunal Supremo de avalar la puesta ... en libertad de aquellos beneficiados por la liquidación de la doctrina Parot que sentenció Estrasburgo.
Los etarras que podrían verse agraciados en las próximas horas con su puesta en libertad son José Antonio López Ruiz, «Kubati»; Félix Zabarte Jainaga; Inmaculada Noble Goikoetxea ; Francisco Javier Lujambio Galdeano; Jesús Díaz de Heredia Ruiz de Arbulo; Pedro Juan Odraizola Aguirre; Juan Maria Gabirondo Agote; Pedro Maria Rezabal Zurutuza; Miguel Turrientes Ramírez; María Josefa Uzkudun Etxenagustia; Gonzalo Rodríguez Cordero y Antonio Alza Hernández. A ellos se suma la integrante de los Grapo, Olga Oliveira Alonso.
Una «buena noticia»
El 21 de septiembre de 1994, «Kubati» publicaba desde la cárcel un artículo en el periódico «Egin» titulado «Yo os acuso ». En él lanzaba amenazas contra varios políticos vascos, entre ellos el dirigente del PP en Guipúzcoa Gregorio Ordóñez. «Me despido de todos vosotros con desprecio y con el deseo esperanzador de que algún día, al poner la radio, oiga por ella una buena noticia que me alegre» . Cuatro meses después, el pistolero, a punto ahora de recobrar la libertad, pudo cumplir su deseo, porque a través de la radio conoció que sus compañeros de ETA habían asesinado a Gregorio Ordóñez. Y al criminal López Ruiz, «Txapote», Karasatorre y Valentín Lasarte le alegraron su miserable vida. «Kubati» no solo no se ha arrepentido por sus crímenes, sino que asesinó a la exdirigente de ETA Dolores González Katarain, «Yoyes», porque libremente había decidido desmarcarse de la banda e iniciar una nueva vida, tras regularizar su situación. Lo hizo a sangre fría. Se acercó a su víctima, que paseaba junto a su hijo Akaitz, de 3 años, por una plaza de Ordicia, y le senetenció: «Soy de ETA y vengo a matarte». Una vez detenido, confesó que «yo soy un profesional y no me costó nada apretar el gatillo». Y luego reconoció, «si hubiera sido txakurra, hubiera disparado contra un militante de ETA».
Puso de manifiesto su crueldad también cuando asesinó al gobernador militar de Guipúzcoa, general Garrido, a su esposa y uno de sus hijos. Lo hizo colocando desde una motocicleta en marcha una bomba lapa sobre el techo del vehículo en el que viajaban, en pleno centro de San Sebastián. La explosión también mató a una inmigrante portuguesa que pasaba por el lugar. La obsesión de «Kubati», sin embargo, era causar «ataúdes blancos» y por ello atentó contra varias casas cuartel de la Guardia Civil en busca de bajas entre los hijos y mujeres de los agentes.
Asesinato de una embarazada
Félix Zabarte Jainaga participó en uno de los atentados más crueles, si cabe, en la ya cruel historia de ETA. El 4 de mayo de 1983 los integrantes del «comando Vizcaya» intentaron secuestrar en su aparcamiento de Bilbao al teniente de la Policía Nacional Julio Segarra. Ya lo habían maniatado y amordazado cuando apareció el también agente Pedro Barquero y su esposa María Dolores Ledo. Al ver que se frustraba su criminal acción, Zabarte y sus compinches dispararon contra los tres hasta acabar con sus vidas, pese a que la mujer se encontraba en avanzado estado de gestación. También murió el nonato.
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