La APM propone reinterpretar la sentencia de Estrasburgo que permita retrasar las excarcelaciones

El presidente de la APM, Pablo Llarena, asegura en declaraciones a ABC que esta nueva interpretación de la sentencia dictada en el caso de Inés del Río, que se tendría que llevar a cabo lo antes posible para evitar disfunciones en los distintos tribunales , es respetuosa con la decisión del Tribunal de Estrasburgo, que ha sancionado a España por la aplicación retroactiva de la doctrina Parot.

La asociación, mayoritaria en la carrera judicial, propone que la doctrina Parot se aplique al tiempo de condena que a cada preso le restara por cumplir en la fecha en la que el Tribunal Supremo la ideó, es decir, que se aplique a la pena pendiente en 2006. De esta forma no se podría hablar de aplicación retroactiva.

La aplicación de la propuesta de la APM pasa por el análisis individualizado de cada caso , pues la fecha de excarcelación dependerá del año en que cada preso afectado por la doctrina Parot haya empezado a cumplir condena. Y, en muchos de esos casos, evitaría la inmediata excarcelación de los delincuentes.

Un ejemplo práctico sería el de un interno que ingresó en prisión en 1994 al que se le aplica el Código Penal de 1973. Según la APM, este preso no sería excarcelado hasta 2018. Ello, porque sumando días de cumplimiento efectivo y beneficios penitenciarios, en 2006 habría cumplido 18 de los 30 años que el Código Penal de 1973 establece como periodo máximo de privación de libertad. Para llegar a 30, aún le quedarían 12 pendientes de cumplir . Por lo tanto, no podría ser excarcelado hasta 2018.

El magistrado del Tribunal Supremo Francisco Monterde ya anunció ayer que la Sala Segunda de este tribunal tiene previsto reunirse en pleno «en unos días» para «ver si la doctrina Parot ha sido completamente derogada por el tribunal europeo o si se puede mantener con matizaciones procedentes del Tribunal Constitucional».

Fuentes judiciales señalaron a ABC que la reinterpretación de la doctrina Parot que hace la APM sería perfectamente «factible y ajustada» a la sentencia de Estrasburgo , que hay que cumplir.