Las mayores fianzas civiles de la historia judicial

El récord lo tiene la operación Malaya , en la que el juez Miguel Ángel Torres dispuso 5.200 millones de euros en fianzas. Sólo al cabecilla de la trama, Juan Antonio Roca, le cayeron mil millones.

En el «olimpo» de las fianzas también aparece la estafa de Afinsa , con 1.928 millones o el fraude de los ERE andaluces, donde la juez Alaya decretó 807 millones para el ex consejero Antonio Fernández y 686 a Francisco Javier Guerrero, entre otros muchos imputados.

En la clasificación también aparecen casos mucho más desconocidos, como el de Inverbitoker, que en su día (1995) logró el récord: 105.000 millones de pesetas (631 millones de euros). Ésa fue la cantidad que calculó el entonces juez de la Audiencia Nacional Miguel Morciras para los cerebros de esa agencia de valores, los hermanos Rafael y Jaime Monjo Caó, su socio Emilio Gilolmo López y el ex presidente de la Bolsa de Barcelona Salvador Miras Gómez.

Comparadas con estas cifras, las fianzas civiles de famosos (y presuntos) corruptos son una «minucia»: Francisco Correa (Gürtel) y sus 85 millones o los 43,2 de Luis Bárcenas .

No hay que confundir las fianzas civiles, que sirven para retener las cantidades a cuyo pago podrían ser condenados los imputados, de las penales, el importe que el juez estima para que el acusado evite la cárcel, cuya cuantía es muy inferior. En este campo el récord lo ostentan los 110 millones de euros que el juez Eloy Velasco impuso al expresidente de la patronal Gerardo Díaz Ferrán (30 millones de euros) y sus compinches Ángel de Cabo (50 millones) e Iván Losada (30 millones). Luego fueron rebajadas, aunque los tres siguen sin asumirlas y, por lo tanto, duermen el Soto del Real.