Navarra: ¿Crisis? No, final de ciclo

Desde mi punto de vista, creo que nos encontramos ante un final de ciclo, y como todo final, da paso a un inicio, a una nueva etapa, a una nueva forma de ver la vida; una forma más coherente, más sana, más terrenal, más solidaria y, por tanto, más digna. Los fines de ciclo potencian el espíritu emprendedor, el esfuerzo y la creatividad de las personas y por ende de las empresas, así que vamos a sacar lo mejor de nosotros mismos y plantearnos cómo hacer mejor las cosas. Qué mejor momento para ensalzar y defender nuestro país y lanzar un mensaje de esperanza, ilusión y convicción. Vamos a apostar por España. Porque tenemos que creer en nuestro país. Y tenemos muchas razones para ello.

Empecemos por creer en el sector del turismo que debido a mi profesión, conozco en profundidad. Llevo más de 35 años dedicándome en cuerpo y alma a él y he conocido distintas fases desde mis inicios, cuando en España estaba todo por inventar y cogimos un papel en blanco y empezamos de cero. A pesar de que los tiempos no eran tan complicados como ahora, la fórmula del éxito sigue siendo la misma: mucho, mucho trabajo, entusiasmo y no desfallecer nunca ante las adversidades. No hay que tirar la toalla, siempre hay que seguir intentándolo. Mi experiencia se suma a la de otros españoles que han conseguido mucho más y hoy en día podemos afirmar sin complejos que en este sector España es un modelo a seguir. Un dato indiscutible: seguimos siendo el 2º país del mundo en el ranking de ingresos por turismo, detrás de EEUU. En 2011 nuestros ingresos en turismo crecieron un 14% y en 2012 rozaron datos históricos, en 2011 nos visitaron 57 millones de turistas y en 2012 siguió creciendo…

Continuo con un sector que como navarro me toca muy de cerca, el de las energías renovables. Algunas de las grandes de hoy en día comenzaron su andadura en mi tierra, así que les he seguido la pista de cerca y los datos no pueden ser más positivos. Somos el nº 1 en energía solar instalada y el 4º en energía eólica, somos los principales distribuidores de aerogeneradores en las economías más importantes del mundo, construimos parques eólicos en Europa, Asia, África, Oceanía… No menos apabullantes son los datos referentes a nuestra banca. Tenemos el mejor banco del mundo, Banco Santander, un referente de cómo en un momento complicado es capaz de sacar números positivos. O creamos en el AVE, que nos ha situado a la cabeza de la tecnología del transporte, elemento también esencial para el crecimiento de cualquier país. Y nuestras empresas, que siguen intensificando las exportaciones y están doblando los esfuerzos para internacionalizarse. Y en el sector de las telecomunicaciones damos servicio a más de 300 millones de habitantes en 25 países. Y somos el tercer país del mundo en esperanza de vida. Nuestros gigantes de la moda, ¡ah! ¿Y nuestros triunfos en el deporte? ¡Somos campeones del mundo! En fin, que puedo seguir y seguir y seguir …

No quiero olvidarme de la generación a la que tan complicado se lo estamos poniendo. Ayudemos a nuestros jóvenes a que no nos dejen, tenemos que transmitirles nuestra experiencia y demostrarles que creemos en ellos, que deben luchar por cumplir sus objetivos. Que sepan que están sobradamente preparados, mucho más de lo que nosotros lo estábamos entonces. Porque no hay mayor retroceso que impedir u obstaculizar el paso a nuestros jóvenes. O lo que es lo mismo, renunciar a nuestro futuro.

Empecemos por tanto a actuar en la economía a pequeña escala, en la doméstica, pasemos del macro al micro. Prediquemos con el ejemplo desde nuestro entorno y de ahí llegaremos, todo juntos, al éxito. Pero poco a poco, con esfuerzo y trabajo diario y sin angustia, sin prisa pero sin pausa, porque no hay peor enemigo que la ansiedad y las prisas por llegar, sin cumplir los tiempos naturales, los que marca la propia vida. Y es que somos un país de gente preparada, creativa, trabajadora y comprometida y tenemos instinto para el crecimiento y la superación. No nos olvidemos. Tenemos más de mil y una razones para creer en nosotros. Que de eso ya deberíamos saber, que ya nos hemos encontrado en situaciones similares y hemos sabido salir. ¿Por qué iba a ser distinto ahora?