Rubalcaba se ríe del paro que dejó el PSOE

Los episodios más incómodos se han sucedido con los escándalos de corrupción que atenazan al PP como telón de fondo y, más concretamente, al hilo de la petición de dimisión que, por primera vez en un cara a cara, Rubalcaba ha dirigido al presidente del Gobierno y la que el socialista Eduardo Madina ha lanzado a la titular de Sanidad, Ana Mato, a la que también ha instado vehemente a que se marche la diputada del PSOE Carmen Montón.

No se ha quedado atrás el aspero intercambio dialéctico que han mantenido Elena Valenciano y el titular de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, a cuenta de la ley de tasas judiciales, particularmente en lo que afecta la mujer y la violencia de genéro. Gallardón también ha tenido duras palabras para el diputado Julio Villarubia por criticar la reforma del CGPJ, que fue producto de acuerdo entre los dos grandes partidos.«Decir que ataca la independencia una norma en la que usted y yo nos hemos sentado tantas horas a trabajar me parece que está muy por encima de cualquier lícita crítica política», ha reprochado Gallardón.

El Gobierno ha tenido que enfrentarse a preguntas donde, primero el PSOE, pero también otros Grupos, le han criticado por rectificar posturas frente a los desahucios o las tasas judiciales que, paradójicamente, todo el arco parlamentario en la oposición había pedido corregir. Han proliferado las alusiones a la corrupción y a Luís Bárcenas, ex tesorero del PP. La contestación más socorrida de los miembros del Ejecutivo ha sido, en muchos casos, remitirse al pasado y enfrentar a los sociliastas a su mala gestión reciente, o a ICV la que hicieron como integrantes del tripartito catalán.